Es interesante saber que estas 11 canciones fueron compuestas por Bobbie Gillespie en su casa, solo con una guitarra en mano, preguntándose si debían formar parte del repertorio de la banda que comanda. Cuando decidió que si, entonces recurrió a la música disco, el gospel, el jazz, el funk y el soul de los setentas y ochentas, eso hizo que las corazas parecieran más PS que nada.
Tenemos nuevo disco de estudio de Primal Scream, el primero en ocho años, porque Come Ahead vio la luz este día bajo la producción de David Holmes. Y la fiesta ha comenzado, aunque tenga luces y tonalidades un poco diferentes a las que la banda nos ha acostumbrado en el pasado reciente.
Cualquiera diría a primera escucha que este es un trabajo muy diferente en comparación con su antecesor (Chaosmosis) y de alguna manera más diverso también. Es interesante saber que estas 11 canciones fueron compuestas por Bobbie Gillespie en su casa, solo con una guitarra en mano, preguntándose si debían formar parte del repertorio de la banda que comanda. Cuando decidió que si, entonces recurrió a la música disco, el gospel, el jazz, el funk y el soul de los setentas y ochentas, eso hizo que su coraza pareciera más PS que nada, sin embargo, en sus letras encontramos a Bobbie en la intimidad, con vena punk y mucha protesta reflexiva.
Algunos pensarán que es una obra sobreproducida, otros creerán que debía ser así para ayurdarse a encontrar el júbilo que Primal Scream necesitaba tras la muerte de Martin Duffy. Como sea, de repente salen riffs estridentes de guitarra, ritmos tribales y una esencia garage que muy pocas veces le habíamos escuchado al grupo antes. De ahí es que encuentra la diversidad como uno de sus atributos mayores. Temas como «Melancholy Man», «Love Ain’t Enough» y «Deep Dark Waters» entran en la categoría «diferentes pero interesantes» para los propios términos de la banda, aunque tampoco son tan experimentales como uno esperaría. «Settlers Blues», por su cuenta, es diferente además de apasionante como uno de los momentos más emotivos de la producción, con nada menos que nueve minutos que cierran el álbum en una repetición de notas conmovedora.
Si bien el título del disco podría sugerir una provocación o insinuación a un intercambio hostil, Come Ahead (un coloquialismo escocés para decir algo así como «ven, vamos a pelear») no es un trabajo agresivo ni combativo, al menos no instrumentalmente. Digamos que la parte dura es, a veces, la lírica. Primal Scream no se reinventa pero no creo tampoco que eso es lo que estaba buscando, simplemente quería regresar a la escena con versatilidad aunque su vuelta no fuera triunfal, cumpliendo con las expectativas mínimas que una banda con su historia debe tener. Alcanza sus momentos climáticos que certifican el intelecto y la creatividad de Gillespie, con una formación clásica de músicos que tiene cada uno su lugar en la alineación instrumental para ofrecerle al espectador algo rico por saborear y, cada vez menos frecuentemente, bailar.
TRACKLIST:
Ready To Go Home
Love Insurrection
Heal Yourself
Innocent Money
Melancholy Man
Love Ain’t Enough
Circus of Life
False Flags
Deep Dark Waters
The Centr Cannot Hold
Setters Blues
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