Elias Rønnenfelt en total control creativo. No es que en Iceage o Marching Church no fuera el gran líder como mente maestra detrás de cada composición, pero en esta ocasión parece liberarse de algo que él mismo cargaba, para por fin dar un paso al frente y presentarse con su propio nombre. Así lanza Heavy Glory, una especie de declaración de independencia.
Son 12 tracks de poesía cruda y honesta, al más puro del músido danés. Los fans deben considerar que el ruido y la rabia no son hilos conductores en esta producción, pero eso no quiere decir que el álbum no sea potente y desgarrador a su manera. Hay muchos cambios sonoros atractivos y otros pasarán por raros o sorpresivos, pero todos merecen analizarse en más de una reproducción.
Elias trata de alcanzar ganchos memorables, algo atípico en él, encuentra más armonía y sentido de cadencia, aunque su perspectiva más oscura y distorsionada de las cosas no puede desaparecer tan fácilmente. Y eso lo probaremos por acá al dar play:
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