Cuando el dreampop y la psicodelia se funden en un solo acto musical es porque Desert Liminal está cerca, rondando con sus luminosas composiciones con las que Sarah Jane Quillin y compañía acompañan sus reflexiones sobre la exploración psíquica, el amor, la muerte y los duelos consecuentes. Así oscurre en su nueva producción discográfica, Black Ocean.
Esta es una colección de nueve tracks de armonías accesibles y estribillos contagiosos, llenos de sintetizadores, instrumentos de cuerda, guitarras eléctricas atmosféricas, percusiones en vivo y programadas, así como una dulce voz que seduce a primera escucha.
Esto es arte personal y conmovedor, que produce sueños y anhelos que desatan suspiros al ritmo de sus melodías. Piensen en actos de vanguardia como Lower Dens, Julia Holter, Vanishing Twin y Beach House, tomen lo más característico de cada uno y conjúguenlo en un laboratorio del sonido mediante distintas capas sonoras y entonces obtendremos algo muy parecido a lo que este grupo de Chicago nos ofrece.
Nuestras canciones favoritas fueron «Sweet William», «Punk House Way Out», «Kid Detroit» y «Fairweather Friend». ¿Cuáles serán las tuyas?
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