Vamos a ponernos guapos con otro disco debut del año, ya saben, porque acá nos encanta atrapar a las nuevas promesas que apenas dan sus primeros pasos en la música. A veces las descubrimos con sus primeros singles, otras con sus primeros EPs y en otras ocasiones, como ahora, con sus primeros lanzamientos de larga duración. Y acá les hablaremos de the faded aura.

Esta banda surge del misterio de la escena, haciendo un shoegaze más o menos procesado y de resonancia lo-fi con mezclas de la musica electrónica, muy del estilo de lo que hacían los alemanes Monoland o los norteamericanos Highspire, pero desde luego que no íbamos a presentarles un refrito genérico más, pues estos chicos guardan su propio sello distintivo y, además, experimentan un poco más con el manejo de sus percusiones.

En su primer elepé, nothing was real, desde su título parecen presagiar una aventura de ensueño, fantástica, tratando de descifrar acertijos y alcanzar anhelos mediante la bruma de una atmósfera fría bajo un firmamento que deja entrar poca luz. Ahí dentro las melodías se tornan difusas, las nubes sonoras viajan lentamente y sus efectos nos hacen desafiar la gravedad.