Considerada una de los pioneras del denominado post-rock, Mogwai es una banda que desde su fundación a mediados de los noventas hasta la actualidad no solo ha llegado a redefinir el género en un par de ocasiones, sino que también ha osado en experimentar con gran éxito en otros campos sonoros de la electrónica y el noise, ganándose una reputación como uno de los actos musicales más versátiles y vanguardistas de la escena alternativa.

Muchos considerarán que Stuart Braithwaite es el máximo referente en la creatividad y liderazgo del grupo, pero en el camino lo han acompañado muchas otras mentes maestras, como Martin Bulloch, Barry Burns y Dominic Aitchison, así como los que ya no forman parte de la alineación pero en distintas etapas hicieron contribuciones importantísimas para magnificar esta propuesta artística, como John Cummings, Brendan O’Hare y el colaborador habitual Luke Sutherland.

Las montañas de emociones y sensaciones tan profundas que han generado los escoceses durante décadas -en el estudio y en sus directos- siempre han estado un paso o dos adelante de lo que se ha visto en esta vertiente sonora; los paisajes que dibujan son únicos y, ya sea con voces o de manera instrumental (la fórmula que mejor dominan), sus contrastes de calma y caos hacen que sus canciones alternen entre momentos de delicadeza y explosiones intensas.

Para nadie es un secreto que en S&V es una de nuestras bandas predilectas y no íbamos a dejar pasar la oportunidad de rendirle un merecido tributo con tan solo algunos de sus temas más interesantes e intrigantes. Y los queremos invitar a esta aventura:

 

1. Ithica 27 Ø 9

Ten Rapid COMP, 1997

Cuando la banda iba comenzando sonaba súper explosiva, cruda y aguerrida sobre una base instrumental de resonancia orgánica. En estos primeros registros fue muy sencillo comprender a qué se referían con el nuevo término «post-rock», pues realmente era un paso adelante del concepto en su estado más teatral y fuera de estructuras convencionales. Ya fuera premeditado o no (tal vez por los bajos presupuestos típicos de una banda independiente y emergente), este eco tan austero y «real» no lo pudo repetir ni la misma Mogwai en los años posteriores.

 

2. Cody

Come On Die Young LP, 1999

El buen uso del silencio y los bajos decibeles también es muestra de fortaleza y de un calculado manejo de las emociones. Eso distinguía a Mogwai de muchos otros buenos grupos de su generación, y canciones como «Cody» no solo los mostró mesurados y maduros tempranamente en su carrera, sino también elegantes e introspectivos. Además, su letra nos sumerge en un mar de melancolía que duele exquisitamente en el corazón.

Old songs stay ‘til the endSad songs remind me of friends

Instrumentalmente hablando, esta rola es como la mezcla perfecta de slowcore y post-rock; de repente parece que a las sesiones se les hubieran unido los Galaxie 500, ¿no lo creen?

 

3. 2 Rights Make 1 Wrong

Rock Action LP, 2001

Podría decirse que Rock Action es el primer disco experimental de los escoceses, al menos el primero en el que se valieron de la electrónica para generar como nunca antes sus vibraciones melódicas. El ruido y el sentimiento ahora se fundían en una aglomeración de elementos sintéticos e industriales, con la ayuda de una voz robótica doliente que contó historias que nunca antes se habían dicho. Era como si todo fuera generado en un laboratorio de sonido, y «Two Righst Make One Wrong» fue una de las mejores manifestaciones de estas sesiones.

Haber encontrado una secuencia tan emotiva y poderosa que despertó emociones tan profundas seguro no fue un golpe de suerte, pero una vez que la tenían en sus manos fue fácil imaginar su repetición a través de diferentes capas y niveles de intensidad instrumental para que se fueran acumulando hasta generar uno de sus crescendos más inolvidables de su repertorio.

 

4. Killing All The Flies

Happy Songs for Happy People LP, 2003

En Happy Songs for Happy People tuvimos la continuación perfecta de Rock Action, con una visión aun más cinemática y electrizante, pero igualmente industrial y electrónica. Para muchos este es uno de los discos más redondos y maduros de Mogwai, tal vez por eso sea tan difícil destacar una canción sobre otra: ¡todas son brutales! Por eso «Killing All The Flies» puede funcionar como una selección de representación un tanto más simbólica, presentando un sumario de todos los elementos que hicieron esta producción una tan brillante y monumental (por algo habrá sido elegida como single oficial).

 

5. We’re No Here

Mr. Beast LP, 2006

La canción con la que cierran su disco Mr. Beast es un regreso profundo a sus raíces sonoras. Pocas veces se han mostrado titánicos como aquí, en «We’re No Here», cuya prolongada explosión va arrasando lentamente todo a su paso. Es puro sentimiento encendido lo que suena durante poco menos de seis minutos: pasión, rencor y angustia atrapados en una tormenta de riffs que transforma el dolor en arte.

 

6. Danphe and the Brain

The Hawk is Howling LP, 2008

Esto es como una danza de luces y sombras sobre una base semi orgánica, con efectos sintéticos intensificando el mensaje de la música que se convierte en un refugio para el oyente. Sin ser una de sus rolas más serenas ni apagadas, la sensación de «Danphe and the Brain» es de calma y paciencia, con altibajos emocionales y reflexiones a partir de alguna incertidumbre atravesada, pero en general el viaje es seguro y, ya cerca del final, emocionante, cuando surge esa especie de umbral sonoro que se abre frente a nosotros.

 

7. Rano Pano

Hardcore Will Never Die But You Will LP, 2011

Wow, cómo describir esto… Digamos que es la mezcla más brutal de agresividad y maestría musical, y ciertamente no es para todos los oídos ni para todas las vísceras. Hay quienes no logran soportar este verdadero monumento a la electricidad que estos señores construyeron con tanto cinismo. «Rano Pano» es tal vez el track más potente y bestial que grabaron Stuart Braithwaite y compañía. Es capa tras capa tras capa de guitarras que se van sumando al cúmulo creciente de energía que parece triturarlo o cuando menos torcerlo todo a nuestro alrededor, incluidas las entrañas de quien se atreva a escucharlo en los más altos decibeles.

 

8. Ritchie Sacramento

As the Loves Continues LP, 2021

Es de llamar la atención cómo de una simple broma o una experiencia trivial estos cuates son capaces de crear toda una pieza memorable que, además, tiene la fuerza de abanderar un gran disco. El sencillo «Ritchie Sacramento» surge como una sátira hacia ellos mismos al no saber pronunciar adecuadamente el nombre del compositor japonés Ryuichi Sacamoto, y de ahí tomaron vuelo, dejaron el post-rock de lado (no era la primera ni será la ultima vez) y grabaron un potente himno de indie noise-rock con mucho ímpetu instrumental y voces templadas: una combinación que en esta banda siempre ha dado excelentes resultados.

 

9. Mogwai Fear Satan

Mogai Young Team LP, 1997

Una del disco que lo cambió todo para una de las bandas de culto más importantes de su generación. Esta es una de sus composiciones más épicas, un capítulo obligado en la introducción al género post-rock. Alguna vez escuché por ahí un piropo que decía más o menos así: si la teoría del Big Bang fue real, ‘Fear Satan’ debería haber sido su soundtrack oficial. Y es que se siente realmente como todo un acontecimiento trascendental y vital que surge a partir del vacío, generando algo que va creciendo dentro y fuera de nosotros. Es como vida engendrada de la muerte, la construcción de algo a partir de las cenizas. Se siente, también, como si contara la historia de la existencia humana en un santiamén, con suspenso y concreción conjugándose al azar.