Wesley Eisold y Amy Lee dejaron que con el tiempo las ideas fluyeran solas, que los astros se alinearan y la música surgiera a su propio ritmo, entablando conversaciones melódicas sobre el amor, los nuevos roles femeninos, la salvación del planeta y todo aquello que hace que el ser humano se aferre a la vida, aun con sus momentos difíciles.
Cold Cave ya lanzó su nuevo disco de estudio, Passion Depression, el mismo que estuvo con un adelanto diferente cada mes, hasta llegar a develar el tracklist completo el pasado 15 de octubre. Y con estas ocho canciones Wesley Eisold y Amy Lee nos invitan a un viaje sonoro a través de sombras y luces, en el que cada pulso electrónico te llama a la pista de baile.
Los músicos norteamericanos explicaron que cada pista fue concebida cronológicamente, tratando de «evadir» por mucho tiempo un LP con ediciones de EPs y singles con respectivos lados b, haciendo que peligrosamente en ellos creciera cada vez más la sensación de no tener nuevas inspiraciones sobre las cuales escribir. Sin embargo, esta pareja (no solo en el estudio de grabación sino también en lo personal) dejó que las ideas fluyeran solas, que los astros se alinearan y la música surgiera a su propio ritmo, entablando conversaciones melódicas sobre el amor, los nuevos roles femeninos, la salvación del planeta y todo aquello que hace que el ser humano se aferre a la vida, aun con sus momentos difíciles.
Esto suena más o menos como a una celebración, una fiesta. Y en las fiestas se baila. Por eso, desde que el disco comienza con el poema hecho canción «She Reigns Down», pasa por la frágil y delicada «Hourglass» y termina en la sobria «Octavia», Wes y Amy proponen coreografías al compás de sus sintetizadores sombríos para arrastrarnos a un escenario de misterio y seducción.
Por su parte, la fusión de beats pulsantes y letras etéreas transforma la noche en un ritual de movimiento y emoción como sucede en «Siren Song» y «Holy Road», tal vez los dos tracks con más fortaleza en la producción. En ellos las melodías oscuras nos abrazan y los ritmos nos guían a una danza apasionada y liberadora.
Cold Cave genera una narrativa moderna para enfrentar la distopía de nuestros tiempos, tomando al amor y la esperanza como sus mejores herramientas de combate. La música es el conducto idóneo para sensibilizarnos sobre la importancia de esta encrucijada, mediante ritmos agitados en pistas de baile que fungen como trincheras nocturnas. Son ocho y están en Passion Depression, donde los sonidos góticos del synthpop generan un puente para que las almas inquietas se encuentren sobre océanos de melodías seductoras.
TRACKLIST:
She Reigns Down
Shadow Dance
Blackberries
Hourglass
Siren Song
Everlasting
Holy Road
Octavia
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