Las experiencias de Nick, por más dolorosas que sean, conectan con el escucha con un mensaje que se vuelve universal, contagiándonos de sus estados de ánimo, generando empatía en cada historia y, al final, abrazándonos el alma para decirnos que todo estará bien.
En los últimos años y después de varias experiencias trágicas y catárticas, Nick Cave ha intensificado su trabajo lírico como no se le había escuchado antes en su carrera, cruzando la poesía con la honestidad brutal para atacar frontalmente los tópicos del desamor, la religión, la existencia, las pérdidas y el desconsuelo. En su nuevo álbum, Wild God también son prominentes pero tal vez con un toque más optimista y confrontante, a pesar de seguir inmerso en la oscuridad.
Volviendo a mezclar géneros como el blues, gospel y el pop bajo un manto gótico con elementos orquestales y teatrales en sus composiciones, este set ofrece 10 canciones apasionantes y de energía vital, capturando la carismática voz de Nick un tanto cruda y en su tono oscuro natural. Además, sus experiencias, por más dolorosas que sean, conectan con el escucha con un mensaje que se vuelve universal, contagiándonos de sus estados de ánimo, generando empatía en cada historia y, al final, abrazándonos el alma para decirnos que todo estará bien.
La mancuerna Cave-Warren Ellis vuelve a rendir frutos y mientras siga siendo así, no esperemos un cambio de fórmula instrumental ni atmosférica pronto. Eso, quizá en una postura muy exigente, podría ser un pequeño «tache» justo ahora, pues técnicamente los últimos discos de este par se parecen mucho, van por la misma senda (hasta sus portadas son similares), pero sin llegar a un punto que canse todavía. Ahora están en una zona en la que se sienten cómodos y que se nota dominan a la perfección, filosofando y predicando con el corazón y el cerebro tomados de la mano.
Por lo anterior, Nick Cave and the Bad Seeds continúa con su constante narrativa, pero esta vez la melancolía se vuelve esperanza al prometer tiempos mejores. Son más de 40 años de trayectoria de un artista que lo ha experimentado de todo como ser humano, cada sonrisa, cada lágrima, cada gota de sangre y cada suspiro se vuelven una nota musical, una frase que acaricia el espíritu. En Wild God encontramos estas premisas y la misma complejidad de sus trabajos recientes, igual de rica y satisfactoria, y hoy más que antes, con optimismo cuando todo termina, no porque sea un mejor álbum que sus antecesores, sino por el clima un poco más cálido y la sensación sanadora que deja consigo.
TRACKLIST:
Song of the Lake
Wild God
Frogs
Joy
Final Rescue Attempt
Conversion
Cinnamon Horses
Long Dark Night
O Wow O Wow (How Wonderful She Is)
As The Waters Cover The Sea
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