Ride es una de las bandas fundamentales en la historia del shoegaze y el pop británico de nuestros tiempos. Surgida en Oxford, Inglaterra a finales de los ochentas, el cuarteto se posicionó rápidamente como líder de la avanzada de una generación de músicos que emergieron de lo más subterráneo del UK durante los inicios de los noventas, para ofrecerle una real alternativa a los escuchas que buscaban algo más profundo e introspectivo fuera de los dominios del indie convencional y el grunge de América.

Desde su primer álbum hicieron estallar una bomba etérea de distorsión, combinando guitarras exuberantes y caóticas que al poco tiempo se hicieron tan características de su sonido. El tiempo pasó rápido con Mark Gardener, Andy Bell, Steve Queralt y Laurence Colbert, quienes luego dieron un paso sutil del shoegazing al britpop, contagiados por las tendencias que dominaban las islas para mediados y finales de los noventas.

Lo malo fue que después de eso el grupo se separó por 21 años, lapso en el que la mayoría de sus integrantes exploraron nuevas fronteras y concretaron proyectos interesantes, pero nunca con la misma fortuna y trascendencia. Pero lo bueno fue que en 2017 decidieron reunirse no solo en los escenarios sino también en el estudio de grabación, manteniéndose activos hasta entonces con su alineación original, ofreciendo nuevas cosmovisiones artísticas que los mantienen vigentes, sin que ellos se olviden de ese pasado glorioso lleno de pedales, atmósferas, cantos nostálgicos y paredes de ruido que hicieron de su pop uno de los registros más impactantes de su época, con el potencial de inspirar a un montón de generaciones de artistas que siguieron sus pasos.

La contribución de Ride en el desarrollo de la música británica es incuestionable. Su estela se extiende a través de sus álbumes tan originales y contundentes, algunos de ellos reconocidos hoy en día como clásicos atemporales por su impacto duradero en la escena alternativa. Y por eso queremos que nos acompañen en este breve recorrido por tan solo algunas de sus mejores composiciones:

 

1. Like A Daydream

Play EP, 1990

Por temas como «Like a Daydream» los primeros lanzamientos de la banda fueron considerados clásicos inmediatos y, en el caso de su LP debut, una de las tres biblias discográficas para el shoegaze. Con tan solo escuchar su intro sabes que algo especial estaba ocurriendo en los niveles subterráneos del Reino Unido, y conforme el track avanza su fragor hace que hierva la sangre de quien esté escuchando con los ojos cerrados. Además, ¿qué tal esa batería de Colbert en la recta final? Suena como un loco con ataduras, tratando de librarse sigilosamente. Tremendo registro que nos recuerda que el pop con distorsión también puede elevar los niveles de adrenalina e intensificar las emociones desahogadas.

 

2. Dreams Burn Down

Nowhere LP, 1990

Imagínense materializar todos los sueños del mundo y prenderles fuego en un solo acto. Esa intensidad acumulada de pasiones y aspiraciones que se vienen abajo no se podría explicar de no ser por «Dreams Burn Down», una canción que conmociona hasta los huesos por su marea de sentimientos desbordados. Entre todas las composiciones grandiosas que conforman su espectacular álbum Nowhere, esta es una de las más poderosas, no solo instrumental sino emocionalmente hablando. Es un imprescindible no solo dentro del repertorio de Ride, sino en todo el shoegaze de la historia.

Her eyes speak loud but actions speak the best

 

3. Today

Today Forever EP, 1991

Una de las canciones más dulces y nostálgicas que escucharán en este rubro, con unas de las guitarras electroacústicas más sublimes de la historia. Este sonido captura a la perfección los días noventeros en la escena alternativa y los vientos que soplaban en el UK. Es una composición tan romántica que duele, tan anhelante que te desconecta del presente. Bellísima.

 

4. Decay

Nowhere LP, 1990

Uno de sus temas más combativos y frontales. Es otro de los registros en los que el baterista Loz Colbert se luce, aventándonos a una ola devastadora que no rompe del todo pero que en el camino va removiendo las entrañas del océano y volteando lo que flote en la superficie. Es una ocasión perfecta para que el ruido distorsionado de Andy y Mark nos mantenga de pie, surfeando la tempestad.

 

5. Twistirella

Going Blank Again LP, 1992

Una de las mejores rolas del Going Blank Again y una de las más optimistas de la banda en todo su repertorio. Esto es shoegaze de luz, indie pop de guitarras para un mejor mañana. Así de eléctrica y bonita se siente la reacción del amor que se activa por los recuerdos que marcan el corazón. Aplausos.

 

6. Only Now

Carnival of Light LP, 1994

Con los discos Carnival of Light y Tarantula estos chicos se unieron a la gran fiesta del britpop que ocurría en los noventas, quizá contagiados por ese fervor sonoro-nacionalista que surgía en el Reino Unido, y desde luego que sus trabajos no decepcionaron. Canciones como «Only Now» muestran esa elegancia y sutileza con las que la banda sabía sacar adelante sus baladas más sentimentales.

 

7. Walk on Water

Tarantula LP, 1996

Otro de los tracks que capturan mucho de lo que ocurría en los noventas en tierras europeas. Considerando que shoegaze y britpop son como «primos hermanos», aquí conviven en perfecta armonía, alcanzando estribillos memorables gracias a ese exquisito sentido melódico (podríamos decir lo mismo de sus versos). Aun en uno de sus discos menos aclamados, la banda era capaz de sacar rolas de este nivel.

 

8. I Came to See the Wreck

Interplay LP, 2024

Después de dos décadas y con una visión totalmente renovada del pop, en su disco Interplay estos señores se metieron como nunca en la electrónica y experimentaron prudentemente diversas posibilidades en cada composición. En canciones como «I Came to See the Wreck» suenan rejuvenecidos y a la vanguardia, y de cierta manera logran también un eco maduro tan propio de una banda súper experimentada. Es más, ¿no sienten como si New Order estuviera ahí metido en el estudio con ellos?

 

9. Vapour Trail

Nowhere LP, 1990

El mejor intro de todos los tiempos, según Robert Smith (The Cure). ¿Están de acuerdo? Al menos deben conceder que es uno de los temas más hermosos y nostálgicos que se hicieron en toda la década noventera, no importa en qué género musical estén pensando. «Vapour Trail» es una canción que de tan perfecta exhibe la grandeza de cada uno de sus componentes sin que uno opaque al otro, todos cumpliendo sus funciones con cada instrumento en su lugar: la suave voz de Andy, los dulces coros de Mark, las ensoñadoras guitarras de ambos, la destreza del bajo de Steve y las indomables batacas de Laurence. Todo embona, todo se conecta para entregarnos uno de los momentos más sublimes en la historia del shoegaze.