Born Loser Records

2024


  • Estos chicos texanos suspiran y nos hace suspirar con ellos, con cierto júbilo contenido y un romanticismo impregnado no solo en lírica sino en melodía también. La banda toma tantas referencias ochenteras y noventeras, y si bien nos remembra a un montón de nombres del ayer y del hoy en el post-punk, también logra registrar un sello propio que la coloca en una línea distinta.


 

Sculpture Club es como una buena respuesta a la pregunta de cómo sonarían The Cure y The Ocean Blue si se fusionaran en una sola banda, si es que alguien se la ha hecho alguna vez. Pueden agregar un poco de R.E.M. y The Sylvia Platters a la ecuación si quieren, y tal vez nos acercaremos más a lo que estos chicos de Dallas nos ofrecen en su tercera y nueva ficha discográfica, homónima.

Nostalgia pop-punk podría ser la expresión, para describir sonoramente un set de 10 canciones que trata de acercar a las nuevas generaciones a un sonido que después de su revival a inicios del siglo XXI no ha parado de picar fuerte en las nuevas escenas indies. Es el post-punk pero en la perspectiva de este joven trío llega con más luz que nunca. Es romántico, digerible y contagioso sin dejar de ser refinado y elegante.

Rolas como «Cursed or Hexed» y «Never Have I Ever», que aparecen tempranamente en el tracklist, son como bocanadas de aire fresco para esta label musical, sonando tan clásicos y frescos como cada tímpano contemple sus influencias del ayer. Con «Hide and Seek», por ejemplo, bajan un poco la temperatura y se mueven más al atardecer, todavía con radiantes destellos de luz pero que no perdurarán por mucho tiempo, mientras que con «If I Was A Ghost» las guitarras acústicas y eléctricas se enmarañan para afilar suaves cuchillos sonoros que nos acarician con su estilo jangle pop que con «Running Low» termina de confirmarse (remembra mucho a The Smiths).

Ya cerca del final, «Old Moon» honra las guitarras de Interpol y Laddermen, pero con una ligereza instrumental mucho más notable conforme cabalgamos hacia un puerto seguro, con redobles galopantes y una voz fantasmagórica que llega con la brisa del mar. Este tipo de rolas son las que mantienen un equilibrio emocional casi perfecto en Sculpture Club: como si la melancolía y la euforia se abrazaran y no se soltaran por poco más de cuatro minutos.

Así, con este álbum sin título estos chicos texanos suspiran y nos hace suspirar con ellos, con cierto júbilo contenido y un romanticismo impregnado no solo en lírica sino en melodía también. La banda toma tantas referencias ochenteras y noventeras, y si bien nos remembra a un montón de nombres del ayer y del hoy en el post-punk, también logra registrar un sello propio que la coloca en una línea distinta. Antes de que caiga la noche, Sculpture Club puede ser el acompañante perfecto para todos esos melómanos que necesitan de luz y buena vibra antes de salir a enfrentar sus propios demonios.

TRACKLIST:
  1. Impatient
  2. Cursed or Hexed
  3. Drive Too Fast
  4. Never Have I Ever
  5. Hide and Seek
  6. Used Too
  7. If I Was A Ghost
  8. Running Low
  9. Old Moon
  10. November

Me suena a:

Laddermen

Heavydive

The Sylvia Platters