Sabemos que en los últimos años han salido muchísimas agrupaciones tan buenas en el post-punk revivial, que la lista se hace cada vez más grande y cada vez es más difícil que algo nos sorprenda o, mejor dicho, nos hemos acostumbrado tanto a lo bueno que alguna se nos puede pasar desapercibida. Pero con LUMER es distinto. Estos chicos del UK no hacen revival precisamente, por el contrario, se van hasta hasta las raíces del sonido y rescatan algo de la esencia del movimiento para impregnarlo como dosis de energía y emoción en cada una de sus notas sonoras.
Recientemente el grupo británico lanzó su primer disco de larga duración, después de muchos años de andar deambulando en clubes y rincones subterráneos del mundo real, y en otros más inhóspitos de la blogósfera. Algunos cambios de alineación se dieron y por fin acá estamos, con No Jury, No Prizes y sus 10 soberbios y sólidos tracks.
Lo dijimos desde la primera vez que la escuchamos: esta banda tiene música de color gris y un mood extrañamente entusiasta, antes de atravesar un cúmulo de emociones que chocan, dejando sabores agridulces exquisitos para el alma y las neuronas. Su trabajo es sobrio y suciamente elegante, al mismo tiempo que crudo en su registro sonoro. Tienen el punk hirviendo en las venas y el rock de garage domando los latidos del corazón. Es como meter en una licuadora a Joy Division y Iceage; como si Protomartyr se agarrara a golpes con Girls Names y después de la pelea se hicieran los mejores amigos de siempre.
¿Por qué no lo escuchan por ustedes mismos, mejor? No duden ni en segundo en darle play a este serio candidato al mejor debut del 2024:
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