Trans Upper Egypt está hecho de ritmos heterodoxos y melodías disonantes tan adictivas que nos envuelve en una atmósfera brumosa en la que todo a nuestro alrededor se vuelve abstracto. La reiteración de sus notas y la aleación de sus instrumentos generan frecuencias que distorsionan la zona de confort de quien escucha.
Estamos en pleno 2024 y todavía hay bandas que innovan y parecen patentar estilos musicales, a pesar de la vasta exploración en fusiones diversas que se han hecho en las últimas décadas. Esta es la magia del arte, particularmente de la música, una de sus manifestaciones más bellas (¿no es la más bella acaso?). Por eso me pongo de pie y aplaudo a Trans Upper Egypt, una agrupación demente que decidió que estuvo bueno de tanto post-punk genérico, dub convencional y sobre todo el jazz que, aunque en su modalidad «libre» siempre suena diferente, pensaron que con ellos debía sufrir una mutación hacia una senda poco explorada, tal vez desconocida por muchos.
Estos cuates de Roma, Italia lanzaron hace poco su más reciente disco de estudio, No Dub, en el que retomaron algunos elementos parcos y retorcidos del noise, funk, motorik y krautrock de los setentas con voces apagadas para ofrecer al escucha una experiencia única y fantasmal, que explora niveles del inconsciente con frecuencias oscuras y adictivas, manteniendo un mood sonoro equilibrado: con la confusión y la satisfacción en perfecta armonía.
Tal vez este no sea el alucine típico de indagaciones astrales y viajes imaginarios en el cosmos, sino más bien de una odisea en nuestras entrañas, recorriendo cada rincón del cuerpo y la mente, divisando la actividad de las neuronas y la sangre corriendo caliente hasta las vísceras, pero en paz, relajados. Además, en un álbum de este tipo, desde luego que el choque cultural de géneros e influencias debía ser un fenómeno súper interesante. Aquí encontraremos contextos lejanos bien abrazados: Jamaica, Alemania, el UK, el punk, lo rastafari, el reggae, goticismo, psicodelia, disidencia y rebeldía. Todo fluye naturalmente.
El trío formado por Leo Non, Bob Junior y Simone Donadini le da un nuevo significado a la expresión «underground» en la música. Estos chicos se mantienen distantes, ya no digamos únicamente de los aparadores y las tendencias sociales en un mundo más unido que nunca por la tecnología y el internet, sino también alejados, muy alejados de los convencionalismos de la música, saltándose incluso los propios A-B-C de los géneros que dominan. Con ello se balancean con estilo inimitable en las sombras para hacer del desorden y el desconcierto dos alicientes que inspiran composiciones extraordinarias y delirantes que se escuchan orgánicas y terrenales; como si se tratara de música alienígena con la cual seres humanoides quisieran sonorizar una colonización amigable aquí en la Tierra, como si los animales danzaran bajo la luz de la luna y tras el consumo de algunos psicotrópicos; como si nuestra alma se escapara del aquí y el ahora y nos observara a través de un fuego que arde lento.
De esta manera, Trans Upper Egypt crea ritmos heterodoxos y melodías disonantes tan adictivas que nos envuelve en una atmósfera brumosa en la que todo a nuestro alrededor se vuelve abstracto. La reiteración de sus notas y la aleación de sus instrumentos generan frecuencias que distorsionan la zona de confort de quien escucha. Con No Dub estos italianos apuestan a la espontaneidad de la misma manera que se aferran a una visión psicodélica que no por serlo significa que deba iluminar todo el cuarto de colores, de hecho, su sonido es para escucharse con las luces apagadas, con un poco de humo formando siluetas alrededor de la nuestra y con los ánimos suficientes para descifrar los acertijos de la ciclicidad de su música.
TRACKLIST:
33
Benghe
Full Greedy
Out
Errors
Itali
River
Me suena a:
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