J. Francis es sinónimo de arte suave, delicado, refinado… Su obra es un deleite para el oído de todo aquél melómano que entiende la música como un canal para liberar la memoria y el espíritu, a través de la actividad de las neuronas que provocan tan sencillas y conmovedoras melodías.
En su nuevo disco de estudio, Still in Love with Dreams, el cantautor australiano traspasa el hálito de sus propios suspiros para encontrar ventanas de recuerdos que llenan el corazón de nostalgia, que calman las vísceras con amor. En nueve canciones de frágil resonancia recorreremos rincones distintos capítulos de nuestras vidas que nos conmueven y sonrojan, con una instrumentación célica capaz de adormecer la piel.
Temas como «On The River» y «Circles» nos arrullan entre sueños mientras escuchamos despiertos las cuerdas electroacústicas enmarañadas, dando vueltas en notas sencillas pero hermosas. Más adelante, en «Lonely Star» nos vamos a surfear en olas de emociones sin mojarnos, mojando nuestros pies con el agua salada y nuestra frente con la brisa de una mañana casi gélida. Y «Tell Her Now» nos hace galopar sobre la misma marea, a un ritmo divertido y que nos y que nos mantiene insomnes.
Ya que las temperaturas están bajas, es momento de crear espirales de hielo con las sublimes guitarras de «Anxious Minds», encontrando un punto de encuentro irreal entre la andrógina voz de Francis y una melodía tan envolvente que es imposible resistirse a ella. Y hablando de guitarras, en «Reigns» adquieren una nueva dimensión a través de la distorsión y una sofocada pared de ruido, casi estática, que apenas se mueve en unos acordes que de inicio parecen remembrar a «Sometimes» de My Bloody Valentine, pero casi de manera inmediata adquieren su propia firma.
Lo que sigue ya en el último tramo del álbum es un trío de tracks que se complementan perfectamente entre ellos; primero «Turn Of Tide» surge como un desfile de tributo al optimismo, desprendiendo luz y sonrisas, antes de que llegue el single oficial «Memories Never Fade» que podría catalogarse como la canción más «digerible» del disco, que abraza y acaricia con sus notas a quien esté dispuesto a escuchar. Luego, ya al final suena la canción del mismo nombre del LP, con una instrumentación más pesada y sólida que el resto de los títulos, como para bajarnos de la levitación que nos mantuvo con vista a horizontes irreales todo el tiempo, para ahora pisar tierra firma y concentrarnos en la crudeza del entorno. La mejor manera de terminar con un trance y decirnos adiós.
J. Francis creó una perlita de ensueño con esta producción y nos la ha regalado para hacer de ella el soundtrack de los instantes más irreales de nuestros días, ya sea bajo los resplandecientes rayos solares o sobre la arena fría en una noche estrellada con las olas cantando frente a nosotros. Es Still in Love with Dreams un álbum que alimenta el espíritu, que quita la sal de las heridas y moja los fuegos que atormentan las entrañas. Es como anestesia sonora para el corazón, terapia para el alma.
TRACKLIST:
On The River
Circles
Lonely Star
Tell Her Now
Anxious Minds
Reigns
Turn Of Tide
Memories Never Fade
Still in Love with Dreams
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