Trevor Powers rehabilitó a Youth Lagoon y está de regreso con nuevo disco de estudio, Heaven Is a Junkyard, compuesto de 10 canciones autocomplacientes y muy reveladoras sobre los pormenores clínicos y psicológicos por los que ha pasado el músico y cantautor norteamericano en los años recientes.
Lo escuchamos maduro, cómodo y concentrado. Trevor está en una nueva zona del pop que también se siente suya, que ya domina. Él mismo produjo el álbum con ayuda de Rodaidh McDonald. Y suena como un trabajo que va a ser valorado por los fans como uno de sus más completos de su propio catalogo.
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