A bailar se ha dicho, al caer la noche y con un buen vino que pinte de rojo las tinieblas. Con Male Tears vamos a revivir los oscuros 80s en la pista de un club en una ciudad que parece no dormir, y con su álbum nuevo, KRYPT entonaremos sortilegios para los espíritus que nos guían.
Esta placa consta de ocho rolas con las que James Edward y Frank Shark dignifican el dark pop que tantas coreografías han marcado con siluetas humanas en las sombras. Algunos cortes industriales por aquí y por allá, la música electrónica cobra dimensiones en lo profundo de un mundo que nos absorve:
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