Así como acá hemos registrado algunos de los gustos predilectos del señor Robert Smith que pasan por los tonos sucio-melódicos de Ride y el amor oscuro de Cocteau Twins, en Far Out recientemente documentaron algunas palabras que el legendario frontman de The Cure ha tenido para despreciar en el pasado a algunas de las bandas más famosas de los ochentas, las cuales desearía no haber escuchado nunca.
La primera de ellas es Queen. Simplemente la odiaba, dijo alguna vez. Y es entendible al escuchar su propuesta musical, totalmente alejada de la idea del arte más oscuro y crudo que prevalece en The Cure, con un trabajo distinto de guitarras y pedales (ya ni hablar de las líricas y atmósferas, ¿verdad?).
Otro del que se consideraba anti-fan es Morrissey. Ya saben, el ex The Smiths tampoco es muy sociable que digamos, y entre dos reyes británicos de la música debía existir poca fraternidad seguramente. Una vez Smith dijo «Si Morrissey nos dice que no comamos carne, entonces yo sí voy a comer carne. Tanto así es mi odio por él».
Y la última banda que recibió un dardo fue Duran Duran. Aquí también notamos un estilo más luminoso y optimista en los ochentas, bailable incluso, totalmente opuesto a lo que The Cure proponía en aquellos días. Para este grupo de pop y new wave, el buen Robert tuvo lo siguiente: «Ellos representaban todo lo que odiábamos: ese glamour de los ochentas, la mierda del consumismo y todo ese show horrible al que nosotros nos oponemos».
Así que ahí lo tienen, don Roberto también tiene su lado grinch y desata furia contra quienes hacen música no muy atractiva que digamos, desde su punto de vista. Si lo piensan bien, en todos los casos, excepto Morrissey (sobre todo como frontman de The Smiths y en su primera etapa solista), encontramos mucho sentido de que sea así, al comparar los géneros y matices sonoros que proponen opuestamente a The Cure ¿no lo creen?
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