Para que hoy podamos estar deleitándonos con su nuevo disco de estudio, Breathless tuvo que pasar por algunos pormenores que han hecho de esta obra una muy especial y aun más emotiva por apreciar. No solo partimos de que See That Colours Fly es su primer álbum de larga duración en poco más de 10 años, ni que la pandemia retrasó y dificultó aun más este regreso como seguramente lo imaginan, sino que, además, justo un día antes de que se metieran al estudio su baterista Tristram Latimer Sayer sufrió un accidente automovilístico que lo dejó en coma y con el riesgo latente de perder la vida. ¿Se imaginan empezar el proceso de esta manera?
Lo que Dominic Appleton, Gary Mundy y Ari Neufeld decidieron fue que nada los iba a detener, y en honor a su amigo y pieza clave de su alineación (cofundador además), avanzarían con toda su energía aun sin saber cómo culminarían las cosas con la salud de Sayer. Por eso debemos destacar como primera característica especial de este disco que el trabajo de percusiones es «distinto» y menos protagónico que en anteriores trabajos, porque nunca pensaron en sustituirlo por una nueva pieza humana sino, en su lugar, se valdrían de una caja de ritmos electrónica que aportaría tan solo lo básico para poder trabajar. Esto desde luego que marcó la pauta hacia un set mucho mas ambiental e introspectivo, en el que la imperturbabilidad domina la energía que emana de cada nota sonora; y en el que tendrían que explotar otras fortalezas fuera de la potencia y la intensidad de volumen para trascender. Así, los británicos han firmado el elepé más ensoñador y alucinante de su catalogo, mucho más atmosférico también, y que empieza por atraparnos en un manto surreal y nostálgico desde la presentación de su caratula por obra del artista Jay Cloth.
Tirando del dreampop, el ambient-pop y un poco del slowcore más ligero desde su cosmovisión, estas nueve canciones nos mecen en una hamaca celestial sobre mantos acuíferos imaginarios, y apenas por debajo de montañas flotantes que guardan sueños e ilusiones en sus alturas. El trabajo de producción y mezcla es impecable, obra de Kramer (Galaxie 500, Low y Royal Trux, entre otros). Los sentimientos se encuentran y se acumulan como una bola de nieve que no se apresura por caer, que no rueda rápida ni agresiva sino, mejor dicho, con una calma abrumadora que nos da tiempo de pensar en las posibilidades infinitas mientras se acerca a nosotros.
Con guitarras reverberadas y psicodélicas, una voz sobria y fuera de toda pretensión, y con la melancolía girando en espirales por todo el espacio en el que nos movemos con dirección al cielo es que Breathless ensambla no solo secuencias instrumentales oníricas sino también emociones profundas para encontrar un resguardo en el corazón. See That Colours Fly es un disco cinemático y romántico, lleno de júbilo contenido. Es además una muestra de los dotes y la madurez de un grupo que supo rendirle el mejor tributo melómano a su entrañable amigo y compañero de ideas que hoy sabemos se está recuperando, lenta y afortunadamente. Aquí han volado hacia una parada más cerca de una nueva frontera terrenal inhabitada, donde esperarán a Tristram para que se les una en sus nuevas exploraciones.
TRACKLIST:
Looking for the Words
The Party’s Not Over
My Heart and I
We Should Go Driving
Let Me Down Gently
The City Never Sleeps
SOmewhere Out of Reach
So Far from Love
I Watch You Sleep
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