Hace unos días vio la luz el primer disco de Weird Nightmare, el nuevo proyecto solista de Alex Edkins (METZ) con el que suaviza un poco (solo un poco) su noise en matices más luminosas del pop, sin negarse a la potencia galvánica de sus guitarras características y las atmósferas abrasivas.

Un salto del punk al rock and roll; un vuelo del fuzz pop al shoegaze. Estos 10 tracks muerden y raspan las texturas alrededor, debilitan los muros esos muros donde rebotan las ráfagas noise con melodía innata. Entre explosiones se asoma la cadencia y de vez en cuando hay puntos de inflexión para darle al disco su debida dosis de heterogeneidad.