Stephen McBean y compañía editaron ya la nueva ficha discográfica de Pink Mountaintops, de nombre Peacock Pools. Es una colección de 12 canciones que, sí, es cierto, camina por las irreverentes sendas del rock, pero también experimentan como no les habíamos escuchado antes a los canadienses.
Lo anterior se debe a la diversa gama instrumental de la que ahora se valen, por eso hacen intromisiones en la electrónica y otras incursiones en la psicodelia de sintetizadores volátiles. En ese sentido, digamos que logran un sonido progresivo y más emparentado con el soundtrack rockero para una película de ciencia ficción. Nunca antes su música había sonada tan elaborada y alquimista.
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