In The Nursery es toda una institución de la música neo clásica; una respuesta concluyente de lo que la música cinemática moderna debería transmitir. Por cuatro décadas, los hermanos gemelos Klive y Nigel Humberstone (con distintos cómplices a lo largo del camino) han forjado un estilo tan teatral y melodramático en los campos de la electrónica (con elementos del ambient, post-punk, trip-hop y el goth) que en esencia pudiéramos concebir su proyecto como una eterna y siempre cambiante banda sonora de momentos atemporales, una colección de himnos profundos para mundos que nadie ha visitado. En su palmarés, además de más de 25 producciones de autoría propia y la musicalización de muchísimos festivales de cine alrededor del mundo, también encontraremos créditos en los soundtracks de Game Of Thrones, The Aviator, La Femme Nikita o The Cabinet Of Dr. Caligari, por mencionar solo algunos. Nada mal, ¿verdad?
En este 2022, los hermanos Humberstone están cumpliendo nada menos que 40 años de trayectoria, por lo que han decidido celebrarlo de la única manera en que podrían hacerse honor a ellos mismos, a sus propias glorias sonoras del misterio que han cultivado: lanzando un álbum, uno muy especial. Su título es su apellido, precisamente, y en él han resumido sus experiencias, recuerdos, conexiones literarias e históricas como influencias que fueron transformadas en titánicas piezas musicales que brotaron a partir de la aleación de distintos elementos que a través de su historia han utilizado en varios puntos, tales como las cuerdas clásicas, violines, chelos, sintetizadores, guitarras eléctricas, bajo, percusiones programadas, trompetas, piano y algún otro aparatejo sofisticado que se nos pueda pasar por el momento. De lo único que prescindieron esta vez fue de las voces, de los coros… En ese sentido tenemos aquí el primer disco instrumental de la banda de Sheffield en todo su catalogo.
Es difícil escudriñar un decálogo de esta naturaleza, dadas las motivaciones de su creación y su de su debido entendimiento como una obra integral. Pero sí habría que señalar que cada pista simboliza un capítulo importante en la formación de los gemelos, así hayan sido contemporáneos a ellos o no. Pero no solo eso, sino también los sentimientos que de estos capítulos emanan. Por ejemplo, encontraremos odas a la congoja y el dolor de algunos pasajes trágicos de la historia como la muerte por ahogamiento de los migrantes africanos en Cabo de Buena Esperanza en el siglo XIX («Emigre -The Dressmaker»); el luto y la desesperanza de las batallas en Suvla Bay durante la Primera Guerra Mundial («Suvla Bay – The Cavalryman»); la fabricación de la primera pistola sin martillo, lo cual cambiaría para siempre la historia de la humanidad («Centrefire – The Gunsmith»); así como el respeto y cariño su papá, el animador Arthur Humberstone («Ecktachrome – The Animator»); o el amor eterno para su madre y esos recuerdos de las historias que les contaba a la hora de dormir («Mallards – The Storyteller»); entre otras.
Para cada ocasión Klive y Nigel estructuraron un escenario sonoro ideal, vibrante. Conforme recorremos el tracklist nos transportamos de un paisaje recóndito a otro lleno de fervor, como si de una enigmática odisea a través del tiempo y el espacio se tratara. Sentimientos diversos se toman fuertemente de la mano y nos golpean sutilmente en cada nota: nostalgia, desesperación, melancolía, éxtasis, tensión y emprendimiento. Estos parecen extractos de cortes cinematográficos con los que la emociones crecen y crecen, y no dejen de crecer dramáticamente. Y desde una perspectiva más técnica, debemos decir que el trabajo de producción es intachable, y la nitidez de su eco es intimidante. Aun en sus desplantes más siniestros y oscuros, la exposición del mensaje es vislumbrante y tarde o temprano alcanza la claridad. La banda sigue evolucionando calculadamente pero nunca dejan de sonar a ellos mismos.
De esta forma, In The Nursery han dado luz a un álbum en toda la extensión de la palabra, en todo el entendimiento de lo que este tipo de obras de arte deberían convertirse: un todo más trascendental y grandioso que la propia suma de sus partes. En Humberstone tenemos a nuestra disposición la banda sonora definitiva para la película de vida más íntima de Klive y Nigel, cuya temática abarca sus recuerdos y máximas inspiraciones. Para ello montaron horizontes expresivos y vivos, algunos de fantasía y otros más humanamente imperfectos, todos colmados de amor y misticismo.
TRACKLIST:
Émigré (The Dressmaker)
Ektachrome (The Animator)
Underscore (The Apprentice)
Mallards (The Storyteller)
Cookham Stone (The Painter)
Sulcus (The Ploughman)
Redpits (The Gardener)
Suvla Bay (The Cavalryman)
Centrefire (The Gunsmith)
A Room At The End Of The Mind (The Jeweller)
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