Pasan los años y Placebo no pierde esa energía, el vigor de su sonido que los hace explotar sofisticadamente en electricidad pura. En su nuevo disco, Never Let Me Go los londinenses se muestran así otra vez, pero incluso subiéndole una rayita más a su volumen y la intensidad. Se cargan las pilas en una euforia controlada, siempre con freno de mano al borde del precipicio.

El sintetizador está en su máxima carga, la voz de Molko no envejece y el bajeo de Stefan sigue potente. Esos tres elementos dan pie a una base melódica súper sólida sobre la cual el resto de la instrumentación se funde en una sola detonación con cadencia. La lírica ha madurado notablemente, además. Las cuotas de baladas teatrales son súper bien aprovechadas, también.

Si vienen buscando rock esta banda les brindará su versión más sintética/industrial y digerible posible; y si vienes buscando pop esta versión explosiva les aturdirá el tímpano de la manera más placentera. En cualquier perspectiva, el sentido melódico de estos señores parece afinarse cada vez más. No diremos que es el mejor disco de su carrera ni mucho menos, pero sí les diremos que es lo más presumible de su repertorio reciente… lejos.

https://www.youtube.com/watch?v=iln67Kh41So

 

 

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