Black Doldrums es una de las nuevas firmas del sello Fuzz Club. Sabemos que si esta label presenta algo nuevo, siendo fan del shoegaze, la psicodelia y el post-punk simplemente debes voltear y poner atención. Y no nos hemos equivocado con la banda inglesa, que en su primer LP, Dead Awake, parece invocar los espíritus que rondaron por las noches de ruido en los ochentas y noventas (más ochentas que noventas, realmente).

Su sonido hace honor al título del disco; Sophie Landers y Kevin Gibbard parecen realmente caminantes somnolientos que siguen las tinieblas y buscan el frío del misterio entre la bruma. Este es el sonido psych-underground por excelencia, tan sucio y vampiresco como estés dispuesto a adentrarte en la profundidad de su bruma. Y el productor Jared Artaud (The Vacant Lots, Alan Vega) tiene mucho que ver en esto.

Algunas de estas rolas fueron ensambladas a distancia, pero ni se nota. El engranaje suena natural, y tan propio de unas máquinas viejas y empolvadas que han sido rescatadas en el tiempo. Es una sensación sonora deliberada, para contemplar las ondas sonoras que emanan en el aire gracias a lo que antes han hecho bandas como Singapore Sling o The Jesus and Mary Chain, por ejemplo. SI se identifican con las facetas más ruidosas y oscuras de estos dos, entonces Black Dldrums les va a fascinar.

 

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