Jackson VanHorn es un sobrio y experimentado cantautor y músico muti-instrumentalista, quizá mejor conocido por algunos por sus previas bandas/proyectos musicales como Crossed Eyes y/o TV Ghost, así como por ser colaborador de Zola Jesus y Dead Luke, entre otros. Pero aquí queremos hablarles exclusivamente de su refinadísimo trabajo en solitario, ese que ha pulido como joyas en bruto en sus primeros LPs y EP desde el año 2019, de la mano de sellos independientes como Manic Depression y Icy Cold in October.
Desde sus inicios, nuestro nuevo héroe de post-punk/avant-garde de Indiana se ha mecido entre la resonancia más orgánica hasta los linderos más sintéticos de prudente experimentación antes de abordar paisajes totalmente artificiales; siempre caminando sobre matices secos pero gélidos, compartiendo con el escucha no solo melodías envolventes sino toda una cosmovisión maravillosamente sombría del mundo que nos rodea. Sus sofisticadas combinaciones instrumentales que abrazan cuerdas acústicas, otras guitarras eléctricas más reverberadas junto a las cajas de inteligentes ritmos nos conducen poco a poco al romanticismo con escala en la melancolía, y el destino final es el erotismo. Su voz natural, casi susurrada pero nunca cansada, que parece alejarse disimuladamente del micrófono nos guía con seguridad cada vez que parece que la luz se va apagando.
A pesar de que, en general, sus tempos y ritmos parezcan sosegados, hay mucho dinamismo en la construcción de cada capítulo sonoro de sus trabajos. Sin duda la música de Jackson refleja su perfeccionismo, un cuidado minucioso en los pequeños detalles. Los reflejos de las luminarias lejanas marcan siluetas finas con las sombras de los movimientos de las ondas sonoras que, al igual que la lírica que las acompañan, se inspiran de la filosofía, el cine y la literatura.
Si se han metido de lleno a las obras de artistas de tonos lúgubres como el maestro Dirk Polak (en cualquiera de sus proyectos) o el multifacético Pieter Nooten, en VanHorn van a encontrar un nuevo respiro de paz al apostarle al esclarecimiento de los pensamientos a través de la oscuridad. Además, en su propuesta encontrarán un aliciente de tipo ensoñador, en sus propios términos, que hacen de su música una tan reflexiva como intelectual.
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