Para finales de 1987, Gene Loves Jezebel venían de lanzar apenas un año atrás uno de los discos consentidos por los fans, The House of Dolls. Fue esta producción la que metió a los hermanos Jay y Mike Aston a las listas norteamericanas por primera vez bien posicionados, con su single más exitoso «The Motion of Love» (#56 en Billboard Hot 100).

Esta rola le abrió tantas puertas a los británicos que incluso los llevó a protagonizar la fiesta de Víspera de Año Nuevo 1988 en MTV, en la que completaron su show -en vivo y directo- con otro de los singles triunfantes que venían coreando de poco tiempo atrás, «Desire (Come And Get It)», del disco Discover del ’86. Luego, con toda esa extravagancia glam-rock y su facha exótica de tintes góticos los gemelos -que todavía se llevaban a toda madre- culminaron la velada con una entrevista en la que, abrazándose constantemente, tirando sus alaridos de placer (Jay, desde luego) y jugueteando con sus voces en las notas más altas (Jay otra vez) bromearon un poco sobre la vibra de la banda y cómo les gustaba echar fiesta donde sea y cuando sea (con mención especial para los Beastie Boys), así como subirse a un escenario a interpretar sus canciones cuantas veces les fuera posible.

 

Gene Loves Jezebel es como el sexo, siempre quieres volver a hacerlo… ¡Oh sí, sí, sí!

 

Por último, la anfitriona les preguntó sus propósitos para el Año Nuevo ante lo que el sonriente y amigable Mike respondió que es «renunciar a todo y volver a empezar otra vez». No sabemos si se trataba de una premonición involuntaria pero, tan solo año y medio después, Mike se separaba del grupo e intentaba emprender una carrera en solitario, mientras que Jay siguió con GLZ lanzando un par de álbumes más, antes de que se se viniera todo el caos de las disputas legales y ese embrollo -que aún no terminamos de comprender- de dividir al grupo en dos actos (Jay Aston’s Gene Loves Jezebel y Michael Aston’s Gene Loves Jezebel); un total sinsentido para todos los fans.

Pero siempre existirán este tipo de archivos en la red para recordarnos que hubo un tiempo en que este par de loquillos se querían, se acompañaban en su ascendencia al éxito y se divertían como divas del rock sobre los escenarios mientras ejecutaban música de verdad: