El culebrón de las especulaciones sobre si el fallecimiento de Kurt Cobain fue consecuencia de un suicidio o un homicidio parece haber llegado a su fin, al menos oficialmente hablando. Hace unos días el FBI determinó ya, de una vez por todas, que en efecto el vocalista de Nirvana sí se quitó la vida.

Aun así, hay dudas que siguen sin resolverse para los más estudiosos (o misteriosos), ya que después de que las autoridades hicieran públicos los archivos del expediente por primera vez en la historia (con 10 páginas digitalizadas), se encuentran ahí algunas recomendaciones para investigar el caso como un homicidio. Lo más curioso del dato es que estas sugerencias se hacen a través de cartas anónimas que parecen dar algunas pistas sobre el por qué de la recomendación, sin embargo no son muy precisas que digamos. Una dice «a millones de fans de todo el mundo les gustaría que se aclararan de una vez por todas las incoherencias que rodean su muerte». En otra se lee: «La policía que se hizo cargo del caso nunca se tomó muy en serio la investigación como un asesinato, sino que desde el principio insistió en que era un suicidio».

Hablando más en términos científicos y técnicos, se menciona en el expediente que la escopeta que se encontró al lado del cuerpo de Kurt no tenía huellas digitales, e incluso en la carta de despedida que también fue encontrada ahí, diversos expertos coincidieron en que la letra cambia mucho entre párrafos, sobre todo en el último en el que se lee concretamente la intención de suicidio por parte del cantautor de Seattle. Si a esto añaden que el investigador privado Tom Grant acusó a las autoridades de tomarse muy de prisa el caso y no analizar todas las pruebas con precisión, no es de sorprenderse que todavía en estos tiempos, e incluso ahora con un «carpetazo» de caso cerrado por el FBI, las diferentes versiones de lo acontecido sigan rondando con fuerza.

 

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