Cuando han pasado tantos años desde que como banda te tomaste un receso de tiempo indefinido, década y media para ser un poco más precisos, corres el riesgo de la tentación en forzar tu regreso. Siempre está latente. El dilema entre el dejar las cosas como están, manteniendo la reputación o los buenos recuerdos intactos, y el querer volver pero llegar a estropearlo todo para cambiar tu suerte en retrospectiva es lo que balancea el péndulo de las posibilidades en este tipo de encrucijadas. Ahí pudo haberse encontrado Arab Strap, pero As Days Go Dark, su primer álbum en 16 años se siente tan natural, tan necesario que suena como algo más vital que obligado o impuesto. Y las dudas rápidamente se disiparon.
Esta firma llega en un momento que pareciera exacto o preciso para que Aidan Moffat y Malcolm Middleton dieran un paso al frente en su registro musical. Quizás antes esta evolución no hubiera sido posible. Hoy los escoceses apagan las luces completamente y otorgaron un poco más de robustez a sus composiciones. También agregaron a sus fórmulas más máquinas de ritmos pero los elementos básicos de su arte siguen destacando como lo más esencial, es decir, esas cuerdas acústicas filosas y una lírica oscura e inteligente en voces fatigadas o casi susurradas, ya sea en canto o en modo narrativo. Los descarnados y esporádicos saxofones en la lejanía junto a los elegantes cellos más cerca también forman parte de esta lúgubre fiesta en 11 capítulos.
Arrancar un álbum con un track del calibre de «The Turning of Our Bones» es poner la vara alta desde el inicio. Puede ser un arma de doble filo jugar con las expectativas así. Esta esotérica pieza fue influenciada por un ritual vodoo llamado Famadihana (de Madagascar) y por tanto no podía ser algo menos que quimérica y tenebrosamente cautivadora. De aquí en adelante sabemos lo que podríamos esperar, aunque la intensidad disminuya un poco inmediatamente con «Another Clockwork Day» que recuerda los días folky en las sombras de los escoceses, y su letra se vuelve nostálgica cuando habla sobre cómo pasan los años en las vidas de las personas.
Lo heterogéneo del tracklist, rítmicamente hablando, ya está sentado como premisa desde este punto. Por eso episodios como «Compersion Pt.1» o «Here Comes Comus!» (que la banda describe como su nuevo giro sonoro) se contraponen con la depresiva «Tears On Tour» (que habla de la muerte y las pérdidas) y «Sleeper», por ejemplo, cabalgando desde un sintético indie-rock o pop-rock hasta un sintético slowcore que le da nuevas escalas a lo que el término balada podría significar para algunos, respectivamente. Y en medio de esos matices suenan mesuradamente rolas como «Kebabylon» y «Just Enough» que no van despacio ni deprisa, simplemente al ritmo que a Arap Strap le funciona, no solo en cuanto a tiempo de duración de las pistas se refiere sino también a los interludios creativos en su ahora ya prolongada carrera.
En todos estos momentos la reingeniería de su sonido se ha redefinido. Algo en todo este tiempo de inactividad les hizo buscar nuevas expresiones en la música electrónica pero algo siempre los mantuvo atados al sentido orgánico de su música. Esta nueva conjugación de elementos los vuelve equilibrados y también vanguardistas, si se quiere, y ciertamente los presenta ahora como un grupo más ambicioso y maduro que no pierde su conexión con su sello distintivo. Y esta es la razón por la que As Days Go Dark podría considerarse desde ya, además de un disco lógico sonoramente dadas las circunstancias que lo preceden, un trabajo también fundamental en la nueva tesis del espectro Arab Strap. Es una producción que explicará mucho de lo que se dirá de Aidan y Malcolm cuando toda su historia se haya escrito.
Tracklist:
- The Turning Of Our Bones
- Another Clockwork Day
- Compersion Pt. 1
- Bluebird
- Kebabylon
- Tears On Tour
- Here Comes Comus!
- Fable Of The Urban Fox
- I Was Once A Weak Man
- Sleeper
- Just Enough
Me suena a: Jaye Jayle, Nick Cave, Timber Timbre
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