Bombos y platillos para darle la bienvenida a Blackout Transmission en nuestro radar. Es una de las bandas más finas que salieron de Los Ángeles, California recientemente; un cuarteto que se mece mece entre el alternative rock y el shoegaze. Bebe del reverb y por si fuera poco también sueña de vez en cuando con sobrevolar vientos etéreos.
Su primer disco de larga duración, Sparse Illumination es todo un cúmulo de influencias sonoras y emociones bien canalizadas. Los ocho tracks se combinan para 34 minutos de éxodos en los atardeceres que buscan la luna, hacia los sueños y entre las ondas eléctricas de esas guitarras que forman capas que sofocan todo lo demás. Los 80s son manantial de inspiración y los 90s son el impulso que su música necesita para engendrar pequeños himnos que traerán a tu mente nombres como Echo and the Bunnymen, Ride o Teenage Fanclub.
Christopher Goett (frontman), Kevin Cluppert (bajo), Anthony Salazar (batería) y Adam D’Zurilla (guitarras) están firmando uno de los discos debut más espectaculares de este y otros años recientes. Suenan a una luz en la oscuridad; a esperanza ante la adversidad. Y nosotros nos frotamos las manos por lo que pudiera estar iniciando con esta prometedora carrera.
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