Esa sensación de escuchar una súper rola por primera vez es por obvias razones irrepetible pero también es de lo más especial que se pueda experimentar, ¿a poco no? Más chido aun cuando pasa con un álbum entero; muchísimo mejor cuando se trata del descubrimiento de un nuevo proyecto musical que nos emociona. Y ahora que llegó a nuestros oídos Silence nos está pasando un poco-mucho y les queremos vamos a compartir las razones sonoras.
Arthur C. Clarke es quien está al mando. Él es un músico de Pittsburgh, Pensilvania y viene haciendo su irreverente y orgánico post-punk desde hace un par de años. Ya lanzó un álbum de larga duración, de hecho, por allá del año 2019 bajo el nombre The Countdown’s Begun y la neta escucharlo de principio a fin podría hacer volar tu cabeza con los ojos medio abiertos. Imaginen a Savages encontrándose con Siouxsie Sioux en un bar de mala muerte y y que lo revienten con los más altos decibeles en sus bocinas mientras el humo de los cigarros entre el público se mezcla con el polvo de aquél lugar subterráneo con la sangre hirviendo. Se sentirán igual de punks que vampiros:
En la prensa han catalogado este propuesta como «anarco-punk». Y quizá algo hay de eso, y también algo de la cultura goth encontrarán en la fórmula si escuchan con cuidado. Pero también habrá algo de energía juvenil y una actitud combativa o, mejor dicho, rompe madres. Y son vale madres, también, pues con su actual alineación se animaron a grabar una nueva ficha para este 2021 con lo que tenían a su alcance tecnológicamente hablando en sus casas, durante el confinamiento por la pandemia del coronavirus. Esto quiere decir que el DIY está tatuada en cada una de las rolas que comprenden Children Forever, que cuenta además con una entrañable canción -del mismo nombre- que no se perderá tan fácil de su memoria. Y el intento les salió de lo más lindo.
Lo mejor de todo es que esto apenas comienza con Silence. El camino se vislumbra largo entre la oscuridad. Lo mejor podría estar por venir pues la calidad y el mood están puestos sobre la mesa. No hay que despegarle el tímpano a lo que presenten Clarke y compañía en el futuro inmediato que podríamos estar degustando diamantes en bruto muy pronto. Ojalá sientan lo mismo que nosotros al escucharles por primera vez (si es que no nos habían ganado ya).
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