Justin Oronos, Jeremie Ruest y Gray Tolhurst son topographies, una de las cosas más serias que han surgido de San Francisco en los años recientes, musicalmente hablando. El proyecto surgió como un cuarteto por allá del 2018 pero si se escuchaba de cerca parecía que venían de los 80s, en una máquina del tiempo sónica con estelas de luz apenas resplandecientes en medio de la oscuridad. Y si se escuchaba aun con más cuidado, se podía percibir que en el viaje hasta acá pasaron rápidamente por los 90s y alcanzaron a recoger algo (solo un poco) de las atmósferas shoegazers. Y bueno, cuando aterrizaron acá ya en forma de trío tenían una sofisticada y enigmática combinación de elementos con los cuales despertar sentimientos de nostalgia y melancolía.
En 2020, ya casi cerrando ese caótico año que siempre será recordado por la humanidad, han publicado su primer disco de larga duración, Ideal Form, con el que invocaron los vientos fríos del goth y el minimalismo seductor del coldwave, ayudándose de una exquisita textura en sus guitarras que acompañan el vaivén de las cuerdas vocales casi fantasmagóricas. Todo eso lo avaló Funeral Party, uno de los sellos más reputados de la música lúgubre, de las propuestas artísticas que se engendran en las tinieblas. Y con ello se editó esta finísima producción de ocho tracks:
Entre lo etéreo y lo místico este trabajo de bases sintéticas y exploraciones poéticas en su lírica se clava directo en los rincones más oscuros de la memoria. Es un disco para soñar despiertos y con los ojos cerrados, entre colores parcos y una penumbra que no inquieta. Despertará una que otra reflexión sobre nuestra propia existencia, sin duda, como lo pretende abiertamente la banda dentro de una obra conceptual. Y hará también que recuerdes los momentos más sublimes de Clan of Xymox y The Frozen Autumn, de paso.
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