Suban el volumen al máximo. Apaguen las luces. Recuéstense y dejen que el miedo los vuelva más fuertes. Give Up To Failure los invita a una siniestra travesía de energía galvánica y ecos en las tinieblas. No hay más que avanzar con los ojos cerrados, sometidos a cualquier suerte que nos depare.
La banda de Wroctaw, Polonia está debutando en escena con su primer larga duración, Burden. Tremendo álbum. Su sonido es pesado, tétrico y está sumergido en una atmósfera fantasmagórica que nos hará recordar los episodios más turbios de Have A Nice Life o SUIR, por ejemplo. Esto es shoegaze desde las vísceras y hecho con alma desquebrajada. Es noise-rock desde una cueva. Es oscuridad contra emociones. Toxicidad y crudeza adictiva que seduce a primera escucha. Mark Magick, Krzysztof Młyńczak, Dominik Półtorak, Michal Szczypek y Rafał Wekiera entran en trance y encuentran la armonía en una realidad sonora distópica.
Las voces derrotadas parecen lanzar conjuros al cielo que se esconde tras la neblina. Las ondas sonoras parecen rebotar en una fábrica abandonada; en paredes de cavernas; en la madera de frondosos árboles en un solitario bosque maldito. La resonancia es abisal y se escucha tan lejos o tan cerca como quieras adentrarte en la aventura de esta reconfortante pesadilla. Las plegarias al viento alimentarán la aflicción del momento. El dolor florece a contraluz.
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