El maestro Steve Kilbey, líder y mente maestra detrás de The Church es un artista tan versátil que ha incursionado en diferentes vertientes alternas a la música a lo largo de su vida. Pintor, productor y escritor. Claro, su fuerte: la composición musical. Dentro de este rubro también ha tenido sus altos y bajos como solista, y este año ha apostado por un nuevo álbum de título Eleven Women.
Esta colección de 11 tracks se conducen siguiendo los instrumentos de cuerda, incluidas las mandolinas que nos recuerdan a muchos de los proyectos alternos de Kilbey en el pasado, como Jack Frost y, desde luego, sus ecos noventeros con The Church. Melódicamente el veterano músico inglés apuesta por invenciones que no pasan por lo más ortodoxo que digamos, pero su privilegiada garganta nos mantiene a sus fans siempre en un terreno familiar. Y hablando en términos generales, lo mejor se lo guarda para la parte final del tracklist (en especial sus últimas tres rolas).
Conectado unas veces y medio desconectado en otras ocasiones, el sonido de Kilbey evoca al clásico rock electro-acústico que le ha funcionado antes. Sus letras son personales y su estilo poético nunca decepciona. Este es el trabajo autocomplaciente para un artista en sus avanzados 60s que no tiene que probarle nada a nadie. En este tipo de intentos siempre estará el riesgo de no satisfacer las expectativas de la mayoría de sus seguidores… pero qué le importa a él a estas alturas, decíamos.
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