Bandas como Blues Pills en pleno 2020 nos recuerdan lo más fundamental del rock en tiempos en los que muchos artistas -y melómanos- parecen olvidarlo. Elin Larsson y compañía se mantienen firmes en la búsqueda, en el romanticismo a través del blues cada vez que se meten a un estudio (que más bien pareciera garaje) a tocar sus instrumentos.
Su nuevo disco de estudio, Holy Moly! es una oda precisamente al blues-rock, con mucho estilo y más energía, y que une las visiones de todos los integrantes de esta banda multinacional (la vocalista Elin y el baterista André Kvarnström son suecos, el guitarro Sorriaux es francés y el bajista Zack Anderson es estadounidense). Su sonido es orgánico, humano, y los expone al desnudo… sin (muchos) trucos. Además, impregnan emoción a cada nota, sobre todo Elin que tiene toda la actitud vocal y emocional necesaria para llamar tu atención en este rubro musical.
Blues Pills no les deberán nada en vitalidad y electricidad; tampoco en esa irreverencia medida que todo seguidor busca en su predilecta banda de rock. Cada canción cuenta con su propio dinamismo y el acelerador va de menos a más cada vez que es necesario en el tracklist. Este es un álbum que puede ser todo menos aburrido.
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