Jarvis Cocker ya publicó su primer disco con su nuevo y excéntrico proyecto musical, JARV IS…, llamado Beyond the Pale y compuesto por un total de siete expansivos y frescos tracks de pop al más puro estilo extravagante del músico inglés.
Por más que él mismo trate, Jarvis no puede ser considerado un artista «normal» ni ordinario; por sí solo es exótico su estilo y no podría pasar desapercibido jamás. Está en su naturaleza, vaya. Por eso escuchar este trabajo -cuya buena medida de sus grabaciones fueran en vivo desde el estudio- no debería entenderse como un intento presuntuoso para darle a su sonido un timbre estrafalario ni mucho menos. Esta es la nueva y natural cosmovisión del artista para acompañar su cada vez más sentado registro vocal crooner.
Como el músico inquieto que es, Cocker pisa sendas un poco distintas a las que ya todos conocemos tan bien en Pulp. Su música aquí ya no es tan amigable para las radioemisoras, ni pretende satisfacer ninguna regla no escrita sobre técnicas de composición de melodías digeribles ni mucho menos (ya algo de esto le habíamos visto anteriormente, claro). Y es que el de Sheffield confiesa que algunas de estas rolas se empezaron a componer desde hace muchos años, por lo que tiempo de sobra ha tenido para moldear una y otra vez hasta estar seguro con el paso del tiempo a dónde quería llegar con su nuevo arte. Al final, el álbum se siente autocomplaciente, y eso debería complacer a cualquiera de sus fans.
Con letras agudas y penetrantes (como no podía ser de otra forma viniendo de él) y un trabajo de producción impecable así como la instrumentación sofisticada, el álbum no cumple expectativas porque nunca hay algo concreto que esperar de Jarvis cuando emprende un nuevo proyecto. Es parte de su misterio. Y curiosamente nunca decepciona. Además, por acá se siente una vibra fresca y una experimentación moderada que ciertamente no lo pone en la vanguardia del pop, pero sí en una «clase diferente».
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