La revista i-D acaba de publicar un ensayo de Frank Ocean, acompañado de un diario visual con lo que el músico de New Orleans acaba de vivir este verano pasado. Sí, algo así como un diario en fotos.
A Ocean se le puede leer y observar en una zona de confort, tranquilo y disfrutando de su condición. Sus reflexiones dan mucho para la reflexión y seguro quienes se consideran sus fans de verdad deben percibir esa alegría interna. La publicación original consta de 32 páginas de editorial con fotos tomadas por él mismo, acompañadas de otras tomadas por sus acompañantes en cada lugar y situación distintos.
Puedes responder muchas preguntas con ‘Sí’. Pero puedes responder muchas más con ‘No’. No es lo típico. Sí es una joya. Cuando me siento solo miro la televisión, algo sobre alguien que se siente bien y entonces me hace sentir bien a mí. En el escenario, en un auricular escucho mi micro y en el otro el podcast de Tim Ferriss. Me paso largas temporadas sin hablar, pero levanto la voz cuando la gente con la que hablo por teléfono está en algún lugar ruidoso. Nunca les he puesto apodos a mis fans porque todos los que se me ocurren son una vergüenza. Soy famoso en todo el mundo. Tuve paz en mis veinte. Las manos implorantes del gran Pharell no eran mutuamente exclusivas. Si quieres hacer que tus treinta segundos suenen atractivos simplemente menciona “perder la virginidad”. Re: las fotos… Como Karl Lagerfeld diría, ‘me vinieron en un sueño’. El verano de dos mil diecisiete. Nos apoyamos en él. Velas con olor a bananaberry en el fondo de una taza. Nunca entenderé por qué o qué son las acampadas para la salsa Szechuan de McDonadls. Pero me encanta. Es un Mundodeensueño. Si te ha gustado el dos mil diecisiete te encantará el dos mil dieziocho.
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