Annie Clark prometió sexo, drogas y tristeza como hilos conductores en la temática de su nuevo disco con St. Vincent. Y vaya que son temas clichés en la música, ¿no? Pero lo interesante se viene cuando cada artista los aborda desde sus propias perspectivas. Y en ese sentido, MASSEDUCTION no defrauda; la estadounidense cumple su promesa y nos entrega reflexiones o historias en líneas pop.
Entre lo barroco y minamalista de su música, salen a flote sus dotes instrumentales con un aura brillante detrás. Clark ciertamente escribe sobre añoranza, pérdidas y momentos un poco oscuros, pero con una base sonora con mucha luz que le viene bien a las letras sobre el amor victorioso, que también las hay. Su voz se escucha madura y el trabajo de producción fue pulcro. Es como si todo, cada pieza estuviera en su lugar. Aun en los temas malos (que son poquitos).
St. Vincent siempre da señales de progreso en cada álbum. No sería uno de ella sin esa característica. En este caso, da un paso más al frente en términos electrónicos y ritmos/percusiones mucho más aceleradas que la llevan inevitablemente a las pistas de baile. Sus guitarras han pasado a ser otro recurso de súper lujo, con un pedal que a pesar de su rudeza resuena calmado y refinado. De esta forma busca darle su propio color al pop; con reminiscencias folk en un primer encuentro con la música electrónica que promete más a futuro.
CATEGORÍAS