Emily Haines parece que vuelve a The Soft Skeleton cada vez que necesita exteriorizar lo que en Metric no puede. Este proyecto en solitario se dio vida años atrás, después de la muerte de su padre. Y ahora, parece volver a un trance de introspección del que resultan reflexivas y sutiles canciones pop.
Podemos entender lo aburridos que estarían sus compañeros de banda con un trabajo como éste ya que casi todo transcurre en líneas de piano y voz, principalmente, aunque destellos de una construcción instrumental más basta llegan en cualquier momento. Con esta obra, Choir of the Mind, Emily abraza la melancolía y añora los momentos de culminación emocional en sus días pasados. Y es fácil engancharse en la propuesta pues hablamos de una colección de canciones pop muy melódicas y de sencilla digestión.
Haines no quiere correr riesgos, no experimenta ni reinventa nada. Tampoco se mete en problemas al momento de escribir; ella simplemente deja que su corazón tome la ruta, y ella la sigue. Toma el libro de estructuras básicas de composiciones -que nunca falla- y adereza un poco cada track con su visión artística y emocional, logrando algo bastante decente que al mismo tiempo se percibe autocomplaciente. Es, como sugeríamos, un escape sonoro que al parecer le viene bien en su carrera. Y si cada receso va a tener resultados así, seguro sus fans no tendrán problema alguno en que se sigan dando más constantemente.
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