Precedido de una buena cantidad de singles desvelados en los meses anteriores, el álbum Visions Of a Life de Wolf Alice por fin vio la luz oficialmente, hace unos días. Y la banda británica ha podido conjugar en él distintos estados emocionales que son proyectados a lo largo del tracklist, en un ejercicio que termina con un resultado airoso en ese sentido y que no muchas bandas contemporáneas pueden lograr.
Pero qué decimos del mood cambiante de una rola a otra, hablemos también de las diferentes influencias sonoras y la interesante fusión de géneros. Vamos desde el indie rock convencional, pasamos por el shoegaze, hacemos parada en el (post) punk, luego revisitamos el dreampop hasta alcanzar el synthpop. ¿Pueden creerlo? Por un momento pensarán que escuchan a los primeros Esben and the Witch y en cuestión de minutos pensarán en Screaming Feamles.
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Hablemos también de Ellie Rowsell. Qué carisma vocal. Ella hipnotiza y atrapa, no importa si la escuchas delante o detrás de la instrumentación. Este timbre del disco le viene súper bien; pareciera que sus cuerdas vocales cobran vida propia y su eco flota en el aire. Y también tiene su furia.
La banda en general se siente ecléctica pero al mismo tiempo ruda y con soberbias descargas eléctricas como pequeñas dosis de adrenalina. Sí, juegan con el que escucha. Lo someten. Y el que escucha debe agradecer que una banda sea capaz de eso en un álbum.
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