Un balance casi perfecto de emociones como de niveles de intensidad lírica y sonoramente es el que ha encontrado Erika M. Anderson, mejor conocida como EMA, en su pulcro nuevo disco de estudio, Exile In The Outer Ring. Y ya nos lo imaginábamos con los seductores avances que venía compartiendo desde meses atrás.
Desde baladas pop con polvo alrededor hasta experimentos abstractos de ruido industrial, siempre el común denominador de ambas facetas es la mágica voz de Anderson y esos sintetizadores que impulsan al escucha a no soltar su propuesta jamás. Hay ruido, detallada cadencia, instrumentación orgánica en momentos claves del tracklist pero, sobre todo, electricidad al tope en la mayor parte del tiempo. Y es curioso, pero a pesar de estar disfrutando de 11 tracks de ritmos semilentos, el álbum es intenso.
Nos imaginamos súper bien a EMA en una colaboración con Trent Reznor y St. Vincent. Y quién sabe, quizás hasta con Grimes. Y es que su propuesta es todo menos ordinaria o aburrida; por el contrario seduce hasta el final con encantos secretos, escondidos, que emergen detrás de un aparente caos que podría torturar tus tímpanos por breves momentos. Ella es pop digitalizado y sofisticado.
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