El disco TFCF es el primero en la historia de Liars que lanza Angus Andrew en solitario, tras la salida de Aaron Hemphill tan solo meses atrás. Y es normal que, aunque siendo fundador y único miembro constante en 17 años, Andrew tenga sus dudas. Pero nunca inseguridad.
Y ojalá todas las dudas rindieran frutos como estos, porque es verdad que este no es el álbum más choerente ni redondo en el catalogo de Liars, pero aun así es muy bueno. Muchos han criticado que no tiene un sonido bien definido y que de un track a otro parece que escuchamos a bandas distintas (no siempre es así de extremo el asunto). Es más bien como un rompecabezas muy difícil de armar; como un chilaquil bien revuelto, vaya. Pero vaya que en su extremadamente heterogéneo tracklist encontramos temas realmente brillantes.
Y en 11 capítulos Andrew nos demuestra lo versatil que puede llegar a ser cuando otros aspectos como la estético o la propuesta conceptual no son parte de sus preocupaciones. Y es que solo así se puede disfrutar de un álbum que tiene momentos tanto de calma, introspección y desconsuelo como de luz, jubilo y experimentación. Y en ambos modos sonoros, electrónico u orgánico se desenvuelve bien; puedes bien sacar canciones que acompañen sets de Nick Cave y Suuns por igual.
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