Mark Lanegan, crudo, discreto y voraz en Gargoyle, su nueva ficha discográfica. Encuentra aquí equilibrio entre hilos acústicos y eléctricos con edificaciones maduraz, mesuradas pero solidas al mismo tiempo. Su voz al estilo crooner empapada en vino y humeada con tabaco es, desde hace mucho, un sello distintivo en él dentro de cualquier ámbito de la música alternativa.
A lo largo de la producción se olfatearán las colaboraciones valiosas de personajes como Greg Dulli, Josh Homme y Alain Johannes, viejos amigos de Mark que le dan esa fuerza y punch como si se tratara de una banda bien consolidada. Por eso este trabajo, a pesar de no romper ningún paradigma ni mucho menos, cuenta con elementos ocultos que le dan complejidad traducida en el cuidado minucioso de los detalles sonoros; y es que no es lo mismo un par de oídos educados que cuatro prestando atención al proceso.
Presten atención a ese blues eléctrico y sombrío que Lanegan viene refinando desde hace varios (muchos) años. No es fácil ni corto el trayecto para llegar a este punto. Este nuevo álbum es una parada más en el camino con sus movimientos seguros y confiados de un personaje único y dueño de cualquier situación que se le presente en el rock.
CATEGORÍAS