Después de una buena campaña de promoción previo a su lanzamiento, Silver Eye de Goldfrapp vio la luz hace unas semanas y después de una buena cantidad de reproducciones queremos repasarlo brevemente con ustedes. Porque creemos que vale la escucha, desde luego.
En este tipo de música es fácil caer en la trampa de la comodidad al sonar repetitivo en todas tus canciones de alguna u otra manera, por momentos, vaya. Y es por eso que, al prolongar más tu tracklist incrementes las probabilidades de que ocurra. Pero Alison Goldfrapp está en un nivel diferente. Y en cambio, se las ingenió por sonar, con un colmillo retorcido innovadora y confiada en estos temas dándoles un sello característico a cada uno de ellos. Y su voz es tan provocadora que será difícil no caer en sus encantos.
El balance entre la electrónica exótica y el folk romántico e inteligente es casi perfecto. Es como un viaje en naves digitales con luces encendiéndose y apagándose constantemente. Es emotivo, divertido, reflexivo y todo junto a la vez. Por eso, sin duda, Goldfrapp ha alcanzado un trance de madurez que solo el tiempo puede facilitarte. Ya definir prematuramente a estas alturas si es uno de sus mejores álbumes o no, dependerá de cada fan.
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