The Flaming Lips lanzaron hace poco su más reciente disco de estudio, Oczy Mlody (ver reseña). Y como ocurre normalmente con los artistas que promocionan sus materiales recién editados, dan entrevistas por todos lados. Por eso Wyne Coyne se sentó con los chicos de Newsweek para contestar algunas preguntas sobre la situación actual de la banda, sus nuevas canciones y la gira que emprenden para su difusión. Pero también para hablar de un poco de política, tema muy candente en Estados Unidos hoy en día.

Abordando el tópico «Donald Trump» y la ola de manifestaciones de repudio en el mundo artístico, sobre todo el musical con varias bandas participando en compilados, shows y videos de protesta, Wayne no cree que sea una buena manera de invertir el tiempo o su creatividad. De hecho, piensa que protestar con la música es estúpido e ingenuo, como lo dijo al desenvolverse ante la pregunta de si se sentía con la responsabilidad de escribir letras más «políticas» en la actualidad:

 

No, no. De verdad pienso en lo opuesto. Para mí, en mi día a día lo desprecio mucho (a Donald Trump). Sigo esperando que su tren se descomponga y él muera o lo que sea, ¿entiendes? David Bowie muere y el maldito Donald Trump sigue vivo. Carrie Fisher muere y Donald Trump sigue vivo. ¿Por qué no puede ser él en lugar de ellos? Tiene 70 jodidos años, ¿me entiendes?

Como sea, ese soy yo siendo amargo. Pero no, no creo que la música haga eso. La música, cuando está en su punto más poderoso, es un amigo que reconforta. Cuando sufres dolor, francamente te importa un carajo quién jodidos es el presidente – ya sea Obama o Hitler, da igual. Recuerdo el año en que mi padre murió. No me importaba un carajo quién era el alcalde. No me importaba un carajo nada de eso. Pero la música, cuando está en su punto más poderoso, está ahí contigo y te puedes relacionar con ella. Nuestra música no funciona realmente de otra manera más que esa. Tal vez eres la única persona que entiende este dolor, pero esta música lo entiende contigo. Queremos estar contigo ahí con ese dolor. Cuando pensamos «Oh, debemos hacer música de protesta» eso es realmente estúpido e ingenuo.

 

Además, agregó que cuando en algún punto de su carrera escribieron canciones de protesta, lo hicieron como una broma y se arrepienten ahora; aunque especifica que no precisamente se arrepiente de la música que compuso sino más bien el hecho de no haber aprovechado ese tiempo en crear algo más emocional.

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