Kevin Pariso y Joel Witenberg, ambos de Brooklyn, Nueva York tienen en común el gusto por la música de baja fidelidad, tal vez de vaporosas influencias post-punk sedoso, armonizado por un reverb mojado y melodías fantásticas. E hicieron bien en fundar Surf Rock is Dead en 2014, banda con la que han estado abriéndose puertas desde entonces con música que coquetea cada que puede con el surf (una bonita ironía, de hecho).
Su primer single fue «Equinox» (2014) y luego llegó el lanzamiento del EP SRiD (2015) de cuatro románticos y hasta nostálgicos tracks que bien supieron acariciar el oído con su sencilla instrumentación y su esencia jangly. Escucharles por primera vez es como traer a al mente constantes destellos de iconos contemporáneos del dreampop, tales como DIIV, Dear Tracks, Leave the Planet o Hibou (por mencionar unos pocos). ¿A poco no?
Desde entonces la banda norteamericana se ha mantenido activa en distintos escenarios de su país, codeándose con Jezabels por ejemplo, quienes en su gira los han llevado incluso hasta Australia. Lo más reciente que han grabado no fue estrenado hace mucho tiempo atrás, de hecho fue en noviembre del 2016 que salió el single «In Between» y la ola siguió en movimiento.
Aún no hay información sobre un lanzamiento de larga duración pero ésta podría surgir en cualquier momento, pues los pasos en su corta trayectoria hasta ahora han sido acertados. La buena noticia por ahora es que Surf Rock is Dead parece consolidarse cada vez más en la escena independiente y ganándose una buena reputación en los melómanos de sangre fría y tímpanos refinados, buscadores de tesoros en la red que huelan a 90’s y sepan a nostalgia.
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