Dense un momento para respirar esta música de viento poroso y sedoso, humedecida por guitarras surrealistas y envuelta en unas atmósferas glaciales y frágiles. Respiren profundo y dejen el sonido fluir por sus sentidos para una experiencia de purificación emocional sin precedentes. Sueño con belugas hará el resto.
Me emociona mucho presentarles hoy a esta excelente y diría yo exótica banda de Puerto Rico. El proyecto lo conforman Héctor Caolo Álvarez y Carolina Martínez, como se puede leer en la información compartida en sus redes sociales. Al escuchar su primer álbum de larga duración, Contaminación Acústica, compuesto por nueve tracks, los paisajes de ensueño se van creando poco a poco, a paso lento con cada nota musical. Las texturas de sus composiciones son electroacústicas enmarañadas de sutiles trémolos, arpegios etéreos y armoniosas voces frescas que suenan lejanas por momentos (cuando no apuestan por las canciones instrumentales y ambientales, claro), todo cubierto en un halo místico en delicadas esferas del pop y dreampop minimalistas, así como de globos más ríspidos y predregosos típicos del shoegaze y la psicodelia con pequeñas dosis de sofocado slowcore mezclado con post-rock.
Es tan compleja la obra, que en cada track podrán identificar ecos escondidos de bandas diferentes que han marcado sus propios caminos en sus respectivos rubros, tales como Landing, Red House Painters, Pure X, Windy & Carl o los mismos A.R. Kane. Es una finísima y redonda producción que bien podría abanderar a los mejores debuts del año si le dan el tiempo necesario para someter la mayor cantidad de oídos posibles.
Los Belugas (como comúnmente les llaman también) parecen no contar con límites en su imaginación para rendirle culto a lo efímero y lo fugaz de la belleza traducida en sonido. Le han presentado al mundo un álbum todo terreno, para éste y otros planos, para la realidad y la fantasía con música que purifica los sentidos, sobre todo el auditivo. Es una genuina joya que merece celebración.
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