No voy a mentirles; como fan longevo de The Mission debo decir que Another Fall from Grace, a pesar de que han estado sacando álbumes regularmente durante los últimos nueve años (antes de su primer «regreso» en 2007 con un hiato de seis años), sí se siente como un retorno de la banda de Leeds, Inglaterra. Me refiero precisamente a su sonido, al regreso a sus raíces. Y eso tiene una explicación que involucra directamente a Billy Corgan (The Smashing Pumpkins).
Aunque no lo creía viable por los distintos senderos musicales que han recorrido a lo largo de sus carreras, Wayne Hussey y Billy Corgan últimamente han mantenido una buena relación fuera de los reflectores. Y hace no mucho tiempo atrás (un año al parecer) el músico estadounidense contactó al inglés para hacerle saber que es un gran admirador de lo que ha hecho en el pasado tanto con The Sisters of Mercy como The Mission, específicamente en los álbumes debuts de cada banda, First and Last and Always (1985) y God’s Own Medicine (1986), respectivamente.
Hussey reveló públicamente que dicho reconocimiento le hizo revisitar aquellas obras clásicas que marcaron el inicio de su trayectoria en el rubro gótico, después de mucho tiempo de no escucharlas. Confiesa que ahora, más de 30 años después volvió a enamorarse de esos discos y encontró un común denominador entre ellos: el uso de las guitarras de 12 cuerdas; las mismas que había dejado de usar por alguna razón en los últimos álbumes. Fue así que con su fiel compañero Craig Adams (también ex The Sisters of Mercy) comenzaron a concebir esta nueva obra como una oportunidad a ellos mismos de regresar a sus orígenes en al arte y reencontrarse con esos ecos que les han dado un status de músicos de culto en su género. Y entonces comenzó la cuenta regresiva, desde hace varios meses, hacia esta placa que ya venían anticipando con la prensa como el punto intermedio o de enlace entre estas dos producciones de las que hemos hablado. Y claro, las expectativas se fueron a las nubes.
Escuchando el álbum en repetidas ocasiones y dando una crítica de manera general, estas 12 nuevas canciones sí exhiben un hilo conductor que las llevan, a unas más que otras, a aquellos días de los inicios de las carreras de Hussey y Adams, con esas refinadas guitarras protagonistas de arpegios puntiagudos y una resonancia un tanto «etérea» y desde luego más elegante. Las filosas mandolinas vuelven a sonar esporádicamente también. Lo que sin embargo marca una diferencia al menos en el modus operandi de la banda es el uso de la batería programada (o caja de sonidos en percusiones) en absolutamente todos sus tracks, aunque irónicamente no suena como tal, por el contrario sus golpeteos parecen orgánicos y quizás tiene que ver que el baterista Mike Kelley ejecutó varias secuencias de bombos en el proceso de grabación. Otra prueba de fuego superada fue sin duda la inclusión de varios colaboradores de renombre para algunos temas; me refiero precisamente a personajes de la talla de Gary Numan, Martin Gore (Depeche Mode) y Villie Vallo (HIM) que en sus participaciones mostraron una buena química con The Mission, y de cierta manera se sienten como componentes importantes dentro de la alineación, vaya, como si hubieran estado ahí desde siempre. Y claro, no debemos olvidar jamás a Julianne Regan (All About Eve) que invariablemente ha estado a pie de cañón en cada producción de la agrupación británica (de hecho no comprendo aún cómo no la consideran un miembro oficial).
Hablando ya específicamente de los tracks más destacados, tengo que referirme primero al que le da nombre a la producción, «Within the Deepest Darkness (fearful)», «Blood On the Road» y al poderoso y contestatario «Tyranny of Secrets» (video) que reta a la élite mundial y la exhibe en sus estrategias de manipulación masiva. Todas estas canciones cuentan con esas guitarras que parecen campanas que anuncian la llegada de la noche en la que Hussey se desenvuelve vocalmente como pocos, algunas veces con cantos más serenos y en otras descargando toda su furia; siempre con ese registro bajo y grave que curiosamente en los últimos años había sido lo más goth que quedaba de su banda. Luego habría que poner atención a las suaves baladas con secuencias más pegadizas como «Never’s Longer Than Forever» y «Only You & You Alone» con las que los ingleses buscan alcanzar un clímax emocional y el juzgar si lo lograron o no dependerá de las exigencias de cada fan.
Y dejo al final de la revisión a «Jade» con una mención más que especial ya que desde mi punto de vista es lo mejor de todo el álbum y se debe a que abraza la suerte de sus clásicos «Love Me to Death» y «Severina» conceptual y líricamente hablando, y en la música sin duda alguna es lo más cercano al God’s Own Medicine que pudieron llegar. Temazo.
Por esto es que Another Fall from Grace debe considerarse como el disco que nos trajo de vuelta en pleno siglo XXI a los primeros The Mission, a los «verdaderos». Sin embargo debe tomarse en cuenta el paso del tiempo y desde luego el cambio de alineación que dejan algunas pocas dudas respecto a una comparación directa con sus primeros trabajos, pero no habría hoy ninguna otra banda capaz de emularlos mejor que ellos mismos. Así que ese es precisamente el valor agregado de esta producción que confirmamos es una de sus mejores de los años recientes: el resurgimiento de una institución del rock gótico que parece tomar un nuevo aire que en el futuro a corto plazo podría aventurarlos aun más en la búsqueda de su sonido original. La pregunta que queda volando es ¿tenemos que agradecerle a Billy Corgan por esto?
Tracklist:
- Another Fall from Grace
- Met-Amor-Phosis
- Within the Deepest Darkness (fearful)
- Blood On the Road
- Can’t See the Ocean for the Rain
- Tyranny of Secrets
- Never’s Longer than Forever
- Bullets & Bayonets
- Valaam
- Jade
- Only You & You Alone
- Phantom Pain
Me suena a: Peter Murphy, HIM, The Bolshoi
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