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Cuando te encuentras un foro que nunca habías pisado a ver una banda que nunca había visitado nuestro país, es muy probable que el desenlace sea igualmente desconocido. Esta fórmula que aparentemente nos conducirá a una noche en donde si no tienes nada, no tienes nada que perder (Bob Dylan versículo 20:10); justo eso fue lo que nos regaló la banda neoyorkina Cibo Matto (que en italiano viene a significar ‘comida loca’) quienes en el plano del festejo de la revista Indie Rocks entregaron un directo que ya nos debían, y es que al revisar su discografía llena de referencias a la cultura hispanoparlante (latina) e incluso a la comida no se podía entender la ausencia de estas dos míticas japonesas en el territorio mexicano.

 

La noche comenzó con la presentación de una de las bandas ya referentes de la escena local, Descartes a Kant, firmados con la disquera de Mike Patton (Faith No More) y quienes fieles a su costumbre, se subieron al escenario a realizar un performance digno del cine gore y atuendos que pudieran haber sido sacados de entre las más retorcidas pesadillas de los creadores de American Horror History. Las guitarras Jazzmaster utilizadas por bandas de noise-rock de finales de los 90s provocaron que la cabeza de muchos de los espectadores ansiosos volara en mil pedazos con su música anticlimática y ruidosa.

 

cibo-matto-live-cobertura-2016-mexico2En punto de las 10 de la noche, Yuka Honda y Miho Hatori vestidas de blanco, salieron y entregaron versiones de sus clásicos, iniciando con la trip hopera «Sugar Water» que fuese lanzada en el EP Super Relax de 1997. La versatilidad del dúo y el uso del sampler que encuentra en Yuka al compañero sonoro ideal y sólo por mencionar al personaje que encarna Miho en la banda virtual Gorillaz y que lleva por nombre Noodlez, ambas muestran un desempeño mágico en lo que mejor saben hacer. “Ese sampler esta endemoniado” me dije al verlas en escena. «Sci-Fi Wasabi», «Birthday Cake», «BBQ» seguido de la ovacionada «Spoon», fueron los puntos altos del recital en que un encuentro catártico mezclado con el noise  hizo retumbar los oídos de los asistentes llegando al punto de la locura en un irreconocible cover del clásico del jazz «Blue Train» en donde supuse el final de los tiempos, anunciado no por una trompeta sino por el ruido y la furia del conjunto en escena. La música de Cibo Matto es prácticamente indescifrable, por ello el set puede variar según la persona que haya presenciado el show o el estado etílico de los presentes, sea cual sea el caso.

 

 

 

Cibbo Matto se encuentra en medio de la producción de su nuevo material discográfico con lo cual esperemos que regrese pronto a nuestro país. En marzo iniciaron con la producción de un nuevo álbum que contará con el apoyo del legendario Steve Alvini, responsable del sonido en Nevermind-Nirvana y Doolitle- Pixies.