No es que necesitemos un estudio que avale lo que todos los melómanos hemos sentido desde la primera vez que pisamos un recinto para presenciar un concierto de una banda o cantante que admiramos, pero bueno, ya que estamos aquí, hablemos de los resultados que presentaron unos investigadores de la Facutlad de Psicología de la Universidad de Deakin, en Asutralia, liderados por Melissa K. Weinberg y Dawn Joseph.
El estudio incluyó a mil personas, encontrando una sencilla diferencia entre las personas con menor y mayor grado de felicidad: resulta que las personas más felices habían asistido recientemente a festivales, conciertos, clubs o cualquier otra experiencia con música en vivo. Además, se concluyó que esta sensación no se produce únicamente por el hecho de escuchar música en directo, sino también por la experiencia de hacerlo en sociedad, lo que te permite contagiarte del entorno al mirar a la gente disfrutándolo igual o más que tú.
Cabe mencionar que no hace mucho tiempo atrás, otro grupo de científicos británicos habían hecho un estudio muy similar, pero ellos obtuvieron muestras de saliva de 100 personas en un mismo concierto; una muestra al entrar y otra al salir horas más tarde. Así pudieron descubrir que al final habían disminuido significativamente los niveles de cortisol, la famosa hormona del stress.
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