La nueva aventura amorosa-musical de Faris Badwan (The Horrors) y su esposa Rachel Zeffira vio la luz hace unos días. Treasure House es el álbum con el que Cat’s Eyes entra a la competencia por el mejor álbum pop del año, y vaya que de inicio, a tan solo un par de reproducciones ya lleva la delantera.
Compuesto por 11 digeribles y melosos tracks, el álbum es una oda al pop de los sesenta de baladas románticas y bailarinas por igual, en las que podrías perderte hasta emborracharte de miel. Es también un reconocimiento al dreampop de finales de los 90s con cierta resonancia sucia o lo-fi, típica fusión de agrupaciones como The Legends (en sus primeros discos) o Beach House. Así entonces, estas son ensoñadoras y atmosféricas pero igualmente divertidas canciones que podrían amar tus abuelos tanto como tú; que podrían reunir a dos o más generaciones en una misma fiesta para escucharse y ver pasar sus épocas en un abrir y cerrar de ojos. Es clásico pop medio sinfónico (por momentos), ambiental (otras veces), lleno de guitarras a-la surf rock y teclados súper húmedos, con voces masculinas y femeninas con retraso que visten las sencillas melodías con una compleja instrumentación que tampoco se sale de los parámetros de la normalidad. Es además un flechazo a primera, segunda, tercera y cuarta escucha. Es una ordinaria belleza:
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