Tus tardes de ocio o tus noches de insomnio no tienen por qué ser tan aburridas cuando tienes a Sosi arrullándote. Su música tiene misterio y romanticismo intelectual. Pero sobre todo tiene encanto adictivo que se transmite sutilmente como el veneno más lento.
No encontré casi nada de ella en la red. Vamos, ni siquiera cuenta con un fanpage en Facebook. Pero al parecer sí es ella y nadie más. Un proyecto en solitario de pop artesanal, digital, cobijado en un manto de emociones excepcionalmente frías pero bien humanas. Y, ¿saben qué? también hay algo de trip-hop aquí… y jazz… y blues… y de todo:
Baladas acústicas no podrían hacer falta para hacer su propuesta aun más redonda. Entonces agregamos folk al cúmulo de rubros musicales, pero siempre con un común denominador como expresión que lo describe todo: es como vivir en un sueño, dentro de una burbujota digital que flota entre los edificios de una ciudad solitaria y la lluvia de gota fría que cae desde el cielo rosa.
Sosi es como esa sensación que se produce cuando te encuentras por primera vez con una persona totalmente desconocida y experimentas ese extraño vínculo o empatía hasta cierto punto cautivadora. Ella, en el mundo musical por ahora es una perfecta desconocida como secreto bien guardado, que al parecer disfruta de serlo, pero escuchar su arte por primera vez es como encontrarte con un montón de imágenes en la cabeza que en un suspiro reflexivo te hará revivir -e inventar fantásticas historias. Quizás ya se había metido sin permiso en uno de nuestros sueños anteriormente.
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