The Growlers la medio libraron con su más reciente disco, Chinese Fountain. Es decir, no fue en lo absoluto lo que todos esperábamos después de sus espectaculares entregas en los años anteriores, pero tampoco es un fiasco ni nada parecido. La canción que le da nombre a esta producción es una muestra clara de un cambio significativo que tuvo la banda en su sonido, algunos dirían incluso que abandonando las raíces psicodélicas y se olvidaron del registro de baja fidelidad para apostar en cambio por una mejor nitidez y un acercamiento con el pop y la música disco. ¿Ustedes qué opinan? Acá les dejamos el video que acaban de estrenar.
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