4AD / 2014


Equilibrando las maneras del post punk, ciertos aspectos del dream pop y unas raíces bien definidas en la música americana, Merchandise es una de las bandas que confirma ese nuevo aire que adquiere el indie estadounidense en los últimos tiempos con el surgimiento de nombres que siguen con mayor o menor fidelidad la línea de Wilco, como es el caso de The National o The War On Drugs.

After The End es su nuevo lanzamiento y el que aspira a convertirse en uno de los trabajos más cuidados y emocionales del 2014; es justamente el primero que lanzan en 4AD y progresivamente se va armando un status de, cuando menos, interesante.

“Corridor” arranca de forma susurrante y abre paso a “Enemy”, melódica, elegante y con algunos ecos de sintetizador bastante atractivos; incide en esa tradición americana que rescató Wilco a comienzos del nuevo milenio. “True Monument” recuerda las maneras de los R.E.M. ochenteros, apoyándose siempre en arreglos estupendos y una letra que tiene tanto de enigmática como de nostálgica. En ese apartado hay que destacar que Carson Cox cruza en su voz a Michael Stipe con Jeff Tweedy, obteniendo ese carisma modesto del primero y el sabor agridulce de las letras del segundo.

“Green Lady” se mete en terrenos más complicados, como si The Smiths o Simple Minds hicieran country; una joya cargada de preciosismo donde los teclados arman un muro de sonido que podrías tocar con las manos, las guitarras en arpegio aportan la elegancia y la percusión le imprime ese toque nocturno, sofisticado y seductor. Pinta para himno generacional. Para “Life Outside The Mirror” retoma su estilo más Nashville, sacando petróleo de un medio tiempo del que uno no esperaría tanto al principio, pero que con sus teclados prolongados y su ambiente tan íntimo y desolado completa una primera mitad que te saca lágrimas de los ojos.

El silencio entre “Life Outside The Mirror” y la siguiente canción, “Telephone” es básicamente un abismo. El sonido se hace más meloso y alegre, dejando claro que para ellos ambos puntos, felicidad y tristeza, son igualmente importantes de abordar. Le sigue “Little Killer” donde se acercan más que nunca al estilo de The Smiths, abrazando completamente el college rock y prolongándolo en forma de medio tiempo con “Looking Glass Waltz”.

Vamos llegando al final mientras que el ritmo cadencioso y tribal de “After The End” nos introduce poco a poco en sus casi siete minutos de duración; esos ambientes retorcidos y experimentales de los teclados se entrecruzan con las guitarras, como si Ennio Morricone decidiera ambientar un western en colaboración con Cabaret Voltaire. El final con “Exile And Ego” es una canción de cuna espacial que bien pudo haber cantado Ziggy Stardust; un cierre a la altura y consecuente con todo el flujo del álbum.

Como pasa con The War On Drugs y su Lost In The Dream, After The End promete con sus letras y ese estilo tan americano y ambiental contribuir a darle una nueva voz a una década signada por un ambiente no tan paranoico como el de hace unos años con el terrorismo, pero sí más confuso con respecto a su papel en el mundo luego de crecer con ese bombardeo informativo-mediático con el que, supongo, estas líneas contribuyen a su manera. Describen un lugar donde uno puede ir y regodearse en la inmensidad que da el no estar limitado por la capacidad en MB, GB o TB. Es un manifiesto de 10 canciones que parece preguntarte ¿y cuándo todo termine qué harás?

Tracklist:

  1. Corridor
  2. Enemy
  3. True Monument
  4. Green Lady
  5. Life Outside The Mirror
  6. Telephone
  7. Little Killer
  8. Looking Glass Waltz
  9. After The End
  10. Exile And Ego

 

Me suena a: The War On Drugs, Wilco, R.E.M.